Justicia brasileña decreta prisión a policías en caso de obrero desaparecido

Río de Janeiro, 4 oct.- La Justicia brasileña decretó hoy la prisión preventiva de los diez policías involucrados en la desaparición del obrero Amarildo Souza, de quien no hubo más noticias desde que fue detenido el pasado 14 de julio en una favela de Río de Janeiro.

El Juzgado Criminal 35 del Tribunal de Justicia del Estado de Río de Janeiro aceptó la denuncia del Ministerio Público y ordenó el arresto de los agentes sospechosos de torturar, asesinar y ocultar el cadáver del ayudante de albañilería.

De Souza desapareció después de ser llevado por los policías a una Unidad de Policía Pacificadora (UPP) de la favela de Rocinha, una de las más pobladas en la zona sur de Río de Janeiro.

Los agentes involucrados en el caso son Edson dos Santos, Luiz Felipe de Medeiros, Jairo da Conceiçao Ribas, Douglas Roberto Vital Machado, Marlon Campos Reis, Jorge Luiz Gonçalves Coelho, Vúctor Vinicius Pereira da Silva, Anderson César Soares Maia, Wellington Tavares da Silva y Fabio Brasil da Rocha.

Cuatro de los implicados ya se presentaron a un cuartel de la Policía Militarizada (PM) y según los abogados de defensa los seis restantes lo harán en las próximas horas.

El pasado martes, el Ministerio Público recibió el informe de la División de Homicidios, que acusó a los diez agentes, incluido el mayor Edson Santos, excomandante de la UPP.

Según la defensa de los policías, el obrero fue liberado después de que las autoridades constataron que no existía una orden de arresto en su contra, pero indicios apuntan a que de Souza fue torturado y muerto dentro de la UPP.

Restos mortales que se sospecha son del obrero fueron encontrados por las autoridades en la ciudad de Resende, vecina de río de Janeiro y cerca de la casa de uno de los agentes implicados.

Los resultados definitivos de la necropsia serán entregados en unos quince días.

En agosto, cientos de brasileños protestaron en varias jornadas por la desaparición del obrero y varias organizaciones no gubernamentales (ONG), como Amnistía Internacional (AI), han acompañado el caso.