Crece huelga de presos en peligrosa cárcel boliviana

"Más internos se han plegado a la huelga (..), ya suman cerca de 500", dijo a periodistas Leónidas Rodríguez, vocero de la protesta que reclama mejoras en la cárcel. Unos 150 reclusos habían instalado pacíficamente el martes varios piquetes en la cárcel de Palmasola, en Santa Cruz (este).

A pesar de que el ministro de Gobierno (Interior), Carlos Romero, había desestimado parcialmente el pliego de los detenidos, representantes de los gobiernos central y local, además de la alcaldía de Santa Cruz, iniciaron gestiones con la participación de la Defensoría del Pueblo.

Un interno de Palmasola que participa de esas gestiones, Yimmy Condori, confirmó vía telefónica al diario El Deber la instalación del diálogo.

Luego de la visita del papa Francisco al penal en julio, las autoridades determinaron subir de 6,6 a 8 bolivianos (0,93 a 1,15 dólares) el bono diario de alimentación para cada recluso. La huelga exige que ese monto sea elevado a 25 bolivianos (3,6 dólares).

Desde la cárcel de San Roque, en Sucre (sureste), el delegado de los reclusos, Fidel Herrera, dijo que respaldan a Palmasola con una declaratoria de emergencia.

"Los caballos del Colegio Militar tienen 15 bolivianos/día de alimento asignado y a partir del segundo semestre éste subirá a 20 bolivianos. En la Policía tienen unos canes que diariamente tienen para su alimentación 15 bolivianos", dijo Herrera a la red de televisión Gigavisión.

El ministro Romero había sostenido que "pedir que el 'prediario' (bono diario de alimentación) sea de 25 bolivianos ya es una distorsión, porque ya un centro penitenciario se convertiría en un premio para quien delinque".

Palmasola, donde en 2013 se enfrentaron reclusos con un saldo de 35 muertos, es la cárcel más hacinada del país.

Según el presidente de la comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, Aniceto Choque, "30 de las 45 cárceles del país tienen hacinamiento".

"Las cárceles del país tienen capacidad de 5.126 personas, pero existen 13.973 reclusos a nivel nacional", a pesar de que el gobierno dictó amnistías para reducir esa población, señaló Choque.

Además del hacinamiento y la corrupción policial, los presos son víctimas de la lentitud del sistema judicial. Según denuncias de instancias internacionales, más del 80% de los detenidos no tiene condena judicial firme.

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