El primer procesado por crímenes del comunismo en Rumanía rechaza acusaciones

  • Alexandru Visinescu, excomandante de una cárcel de presos políticos durante la dictadura comunista en Rumanía, rechazó hoy las acusaciones por crímenes contra la humanidad, en el primer proceso de este tipo desde la caída de Nicolae Ceausescu en diciembre de 1989.

Bucarest, 5 nov.- Alexandru Visinescu, excomandante de una cárcel de presos políticos durante la dictadura comunista en Rumanía, rechazó hoy las acusaciones por crímenes contra la humanidad, en el primer proceso de este tipo desde la caída de Nicolae Ceausescu en diciembre de 1989.

Visinescu, de 89 años, aseguró en su primera declaración que no es cierto lo que se cuenta sobre él, informó la agencia Mediafax.

La Fiscalía le acusa de la muerte de al menos 14 personas por "la degradación de la salud de los prisioneros", debido a la mala alimentación, las palizas y los castigos físicos.

"Las causas de la muertes fueron naturales. Las sanciones se aplicaban siguiendo los informes de los guardias", subrayó el imputado.

A Visinescu se le acusa de haber instaurado un "régimen de exterminio" en el centro penitenciario de Ramnicu Sarat, al sureste de Rumanía, del que fue responsable desde 1956 hasta su cierre en 1963.

Visinescu, que podría ser condenado a cadena perpetua, ha dicho en entrevistas que sólo obedecía órdenes y culpa a sus superiores de lo sucedido.

En la sesión de hoy, la esposa de un antiguo detenido político declaró que su marido entró en la prisión con 82 kilos y salió con tan sólo 30.

Por su parte, la defensa presentó a un testigo que afirmó que en el centro de detención no se pasaba hambre.

"Los detenidos políticos sufrían las condiciones más estrictas. Estaban encerrados en celdas pequeñas, pero salían a pasear todos los días unos 20 minutos. ¿Cómo que hambrientos? Ni siquiera yo tenía comida suficiente. Les daban un té con mermelada cada mañana y sopa al mediodía", dijo Constantin Cismisiu, antiguo inspector de los centros penitenciarios.

Este proceso, que arrancó el pasado 24 de septiembre, es el primer juicio por crímenes durante la dictadura desde que Ceausescu y su esposa, Elena, fueran sometidos a juicio sumario y ejecutados el día de Navidad de 1989.

Alrededor de 200.000 rumanos fueron condenados por motivos políticos durante la dictadura comunista (1947-1989), en la que el Gobierno trató de aplastar toda disidencia, según el Instituto de Investigación de los Crímenes del Comunismo.

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