Los estudios universitarios alivian la cárcel a más de mil presos españoles

  • Madrid, 18 feb (EFE).- Los estudios universitarios alivian la cárcel a más de mil presos españoles y, a través de libros y de pensamientos de otros, sienten que el tiempo transcurre más rápido, que están más cerca del exterior y sueñan con un futuro mejor alejados de la pesadilla de su internamiento

Madrid, 18 feb (EFE).- Los estudios universitarios alivian la cárcel a más de mil presos españoles y, a través de libros y de pensamientos de otros, sienten que el tiempo transcurre más rápido, que están más cerca del exterior y sueñan con un futuro mejor alejados de la pesadilla de su internamiento

La primera vez que Andrés puso un pie en una cárcel se le cortó la respiración. Infinitas puertas se abrieron y cerraron a su paso, para presentarle su castigo por delitos contra la salud pública y tenencia ilícita de armas.

"La gente tiene una idea equivocada de lo que es la cárcel, estar un día aquí es horrible, sólo sería peor estar en un zulo secuestrado", explica a EFE, rodeado de libros en la biblioteca del módulo de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) de la cárcel de Aranjuez (Madrid), que cuenta con 85 presos estudiantes.

Al igual que sus compañeros de estudio, ha decidido ir a la Universidad dentro de la cárcel para rebajar la tristeza que supone tener que cumplir una condena.

"Te preparas para los primeros exámenes, luego para los segundos, vas quemando etapas y así pasa más rápido el tiempo", dice Álvaro, que cursa Derecho desde hace tres años.

En España 1.028 reclusos se han acogido al Programa de Estudios Universitarios de la UNED, de los que en Madrid han sido 439.

La carreras más demandadas han sido Turismo y Derecho, seguidas de Trabajo Social y Psicología, indica el vicerrector adjunto de Estudiantes y Desarrollo Profesional de la UNED, Antonio Viedma.

"Hago Derecho porque es lo que más me afecta, hay que conocer al enemigo porque una cosa es la ley y otra lo que realmente se aplica", señala Benito, otro de los presos de Aranjuez.

Santiago, también estudiante interno, admite que se matriculó en la UNED para poder vivir en el módulo de los estudiantes, conocido como el de la "élite" y de paso reanudar unos estudios que dejó a medias porque "tenía otras prioridades".

Ha vivido en otros módulos "mucho más conflictivos" y según su testimonio, el de la UNED es el más limpio, todos sus habitantes temporales se tratan con respeto y "se asean más".

Según explica el vicerrector Viedma, lo que más sorprende de estos alumnos es su disciplina e interés y ha recordado casos de presos que, tras cumplir la pena y finalizar sus estudios, han encontrado un buen trabajo en la calle y a los que han estudiado Derecho "se los rifan en los despachos de abogados".

Todos han valorado el esfuerzo que realiza por ellos la administración, porque tienen gratuidad en la matrícula y en los libros de texto mientras aprueben un 33 por ciento de los créditos.

No obstante, reclaman que las celdas sólo se compartan entre estudiantes, para poder centrarse más en los libros.

El módulo de la UNED está mal visto por el resto de presos de la cárcel.

"Como aquí no hay palizas se meten todos los violadores y pederastas que huyen de otro sitio. Es el módulo de los refugiados", cuenta Óscar, mientras asegura a sus compañeros que si no han vivido en otros módulos no conocen la auténtica realidad de la cárcel.

Su compañero replica: "es una pesadilla interminable, en la que tienes que compartir veinticuatro horas con gente que no te cae bien".

La tranquilidad y el trabajo son los reyes del módulo UNED, entre cuyos internos también hay ladrones, estafadores y homicidas.

Fuera de esas estancias habla la cruda realidad: decenas de internos juzgados y condenados por múltiples delitos se desperezan al sol, a la espera de terminar de cumplir su condena.

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