Zepeda Patterson se toma la revancha como periodista amenazado en su novela

  • Víctor Usón.

Víctor Usón.

Madrid, 6 oct.- El mexicano Jorge Zepeda Patterson, que como periodista ha sufrido "amenazas con frecuencia", usa su novela para hacer "un ajuste de cuentas" con el poder al denunciar en ella todo lo que sabe sobre la corrupción política, algo que no siempre ha podido mostrar en los medios de comunicación que ha dirigido.

Se sirve este periodista de la ficción en su primera novela, "Los Corruptores" (Destino), para hacer visible la corrupción y la impunidad del crimen que impera en México, algo que conoce bien después de llevar 20 años en la profesión periodística, donde "te enteras de muchas cosas que resultan imposibles de verificar para ser publicadas aunque sepas que son verdad", defiende.

Es "un saldo, un ajuste de cuentas", esta novela en la que "exhuma" todas aquellas historias que no ha podido denunciar y que ahora relata acompañadas de ciertas dosis de ficción.

En ella, Tomás, un periodista desencantado con la profesión, desencadena sin proponérselo una bomba informativa que sacude al Gobierno mexicano y que constituye el eje que pone en movimiento esta trama que, además de estar cargada de denuncia, cuenta con un fuerte relato sentimental.

"Es casi orgásmica la sensación que uno tiene al saldar cuentas cuando percibe la impunidad, la infamia con la que abusa la clase política en connivencia con las élites empresariales. Por denunciarlo uno está dispuesto a incurrir en riesgo porque nuestro país lo requiere, esto no es heroico es una pulsión personal" asegura a Efe.

Zepeda Patterson, que ha dirigido varios periódicos mexicanos como Público, El Universal o Siglo 21, dice pertenecer a esa elite de periodistas que puede denunciar a los poderosos sin pagar el precio en sus propias carnes.

Una ventaja de la que no disfrutan muchos de sus compañeros en México, quienes no solo soportan amenazas "sino que pueden llegar a ser asesinados y secuestrados por criticar al narcotráfico, a los caciques regionales o a los poderosos de cada provincia".

Es este escritor un verdadero contrapoder para la clase política, un periodista que no está dispuesto a doblegarse ante las amenazas, y que parece incapaz de caer en el desánimo y el cinismo desmovilizante en el que se encuentra en las primeras páginas Tomás, el protagonista de su novela.

"Con frecuencia he sufrido amenazas, en alguna ocasión tuve que contar con guardaespaldas pero al final la piel se va endureciendo y en última instancia recurres a una filosofía de vida en la que si comienzas a autocensurarte por riesgo sería mejor dedicarte a otro oficio, y a mí este me gusta mucho como para comenzar a hacerlo", sostiene.

"Los Corruptores" acerca, además de la corrupción del poder y la impunidad del crimen, la vitalidad del mexicano, su incontenible fuerza para la supervivencia y su "incapacidad para declararse un año y medio en paro, ya que antes habrá acudido a una boca de metro a vender algo hasta ese momento inimaginable".

Pero la corrupción no solo impera en México, sino que España también adolece de esta práctica, algo que Zepeda Patterson quiere demostrar en su siguiente novela, que se ambientará en Marbella (Málaga) y con la que pretende continuar una saga que ha comenzado con "Los Corruptores".

"Como supondrás Marbella tiene mucho material para alguien a quien le interesan las oscuras relaciones entre el poder y la vida pública. Hay muchísimas semejanzas entre la corrupción política española y la mexicana, más de lo que los españoles piensan", sostiene.

Trata Zepeda Patterson con su relato de despertar a la sociedad de ese letargo en el que la corrupción se ha convertido en algo cotidiano, una lacra ante la que hay que resistir para "no aceptar una canallada como parte del hábitat natural de la vida pública. La corrupción para que opere necesita de la complicidad pasiva de todos", critica.

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