México, 19 sep.- La Caravana por la paz, encabezada por el poeta Javier Sicilia, llegó hoy a la capital mexicana después de una marcha de diez días por el sur de México hasta la frontera con Guatemala, durante la que se encontró con indígenas zapatistas y vivió momentos de tensión por supuestas amenazas contra su convoy.
Los integrantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD) llegaron la noche de este lunes al Zócalo, la principal plaza pública del país, donde dieron a conocer que en su recorrido recogieron datos de 221 casos de violación a los derechos humanos.
De esos casos, 116 fueron de desaparición forzada, 30 asesinatos y 28 encarcelamientos injustos, entre otros.
"Somos juntos mucho más fuertes que los señores de la muerte del crimen organizado ilegal y del crimen organizado legal (en referencia a políticos corruptos)", dijo Sicilia en el Zócalo ante cientos de personas, entre los que había miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas y de grupos populares.
El poeta agradeció al grupo de escoltas (agentes federales y del estado de Morelos) que protegió la ruta de la caravana, que recorrió unos 3.000 kilómetros.
La caravana, que llevó a unas 600 personas en 14 autobuses, llegó hasta los límites entre el sureño estado de Chiapas y Guatemala, pero no logró cruzar al país centroamericano como era la intención de los organizadores, quienes adujeron razones de seguridad.
En Chiapas, Sicilia y otras 29 personas que han sufrido la pérdida de algún familiar a manos del crimen organizado fueron recibidas en la comunidad de Oventic por seis integrantes encapuchados de la Junta de Buen Gobierno de esa región, bajo influencia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
En ese encuentro, al que no acudió el subcomandante "Marcos" ni ningún miembro de la comandancia del EZLN, los indígenas zapatistas escucharon los testimonios de los familiares.
A su regreso hacia el centro del país, los miembros de la caravana por la paz vivieron momentos de tensión cuando fueron alertados por el equipo de seguridad que había versiones de que un grupo de hombres armados iba a emboscar el convoy de 14 autobuses. Tras una inspección se comprobó que no había tal grupo.
A este clima de tensión se sumó la denuncia de que el sacerdote católico Fray Tomás González fue retenido por militares y uno de sus colaboradores fue "abofeteado". González, defensor de los derechos de los migrantes, había participado en un acto de la Caravana en Palenque, estado de Chiapas.
Además Emilio Álvarez Icaza, uno de los colaboradores cercanos de Sicilia, denunció que la madrugada de este domingo desconocidos intentaron ingresar a su casa en la capital mexicana.
Antes, en junio pasado, el MPJD realizó una Caravana hacia el norte de México que llegó a Ciudad Juárez, urbe fronteriza con EE.UU. y considerada la más violenta del país.
El movimiento surgió en abril pasado, cuando el poeta Javier Sicilia, cuyo hijo Juan Francisco fue asesinado en marzo, comenzó a reunir a familiares de las víctimas de la ola de violencia atribuida a los carteles de las drogas y al combate contra estos por parte de las fuerzas armadas.
La ola de violencia en México se ha cobrado en casi cinco años más de 40.000 vidas en hechos atribuidos a la guerra que libran los carteles de las drogas y al combate contra estos por parte de miles de militares y agentes federales.
El MPJD ha solicitado al presidente Felipe Calderón, quien emprendió con fuerza el combate al narcotráfico, que haga un cambió a su estrategia militarista. El mandatario ha dicho que la cambiará cuando le presenten un plan viable y que no dejará libre el territorio a los criminales.
El Movimiento tiene previsto reunirse a finales de este mes con Calderón, en lo que sería el segundo encuentro entre las partes.
En los últimos años los mexicanos han visto escenas de horror por la violencia empleada por los sicarios que cuelgan, mutilan, queman y decapitan a sus rivales. Además, han presenciado la muerte de civiles, como el incendio de un casino a manos de pistoleros que dejó un saldo de 52 muertos en agosto pasado. EFE
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