El paramilitarismo de la serie "Tres caínes" aviva la indignación en Colombia

  • Los telespectadores colombianos están familiarizados con series que reviven violentos episodios de su pasado, pero la indignación ha hecho mella con "Tres caínes" por las supuestas inconsistencias en su trama: la historia de los hermanos fundadores del paramilitarismo.

Ana Gómez

Bogotá, 23 mar.- Los telespectadores colombianos están familiarizados con series que reviven violentos episodios de su pasado, pero la indignación ha hecho mella con "Tres caínes" por las supuestas inconsistencias en su trama: la historia de los hermanos fundadores del paramilitarismo.

Esta serie, en el canal RCN Televisión desde el pasado 4 de marzo, cuenta la vida y muerte de Fidel, Carlos y Vicente Castaño Gil, que crearon y lideraron desde 1997 las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), hasta su desmovilización en 2003.

Y es que la historia de estos hombres tiene tintes de novela, con la venganza, el odio, el dinero, el poder, el narcotráfico, las relaciones con el capo Pablo Escobar, las mujeres e incluso un supuesto caso de fratricidio, como ingredientes principales.

Al margen del argumento, las víctimas de la violencia paramilitar y los críticos encuentran inconsistencias "ofensivas" en los diálogos y en las historias frente a lo que ocurrió de verdad.

"Esta serie miente frente a la realidad cuando afirma que el exterminio de partidos de izquierda, campesinos, inocentes y civiles responde a la voluntad de sólo tres personas", dijo a Efe María Eugenia Guzmán, la viuda de José Antequera, dirigente de la Unión Patriótica (UP) asesinado en 1989.

Guzmán es una de las miles de víctimas del exterminio de la UP, un partido de izquierdas nacido en los años 80 que desapareció tras los asesinatos sistemáticos de miles de sus integrantes por fuerzas de seguridad del Estado y paramilitares.

"Está claro que el asunto de los paramilitares en Colombia no fue de buenos y malos, de los que hacían cumplir la ley y los que se la saltaban, como lo pinta la serie. ¿Acaso los líderes políticos de la época se arrodillaron sin intereses ante el narcotráfico y los paramilitares?", se pregunta la viuda.

Por eso, Guzmán y un centenar de personas se plantó frente a la cadena RCN Televisión para entregar una carta a sus directivos en la que pidieron el fin de la emisión de "Tres caínes", por considerar que es "un ataque a la dignidad" de las víctimas y una "apología del paramilitarismo y el crimen".

"El paramilitarismo no es un producto de venganzas y pasiones personales y las consecuencias de su accionar, que ha dejado millones de familias desplazadas y cientos de miles de hombres y mujeres asesinadas, desaparecidas, torturadas y masacradas, no son el resultado de una decisión aislada y solitaria de los hermanos Castaño Gil", señala la carta.

Entre el centenar de firmantes se encuentran la hijas natural (María José Pizarro) y de crianza (Claudia Barón) de Carlos Pizarro, líder de la guerrilla desmovilizada del Movimiento 19 de Abril (M-19), así como Guzmán, hijos y viudas de políticos comunistas, de la UP y defensores de los derechos humanos.

Esta iniciativa no es la primera que se aborda en contra de la serie, pues dos profesores de marketing promovieron una estrategia para frenar las pautas publicitarias, a la que ya se han acogido seis firmas de belleza, financieras, de moda y de automóviles.

Mientras tanto, el guionista Gustavo Bolívar ha expresado en medios locales su sorpresa por la doble moral de los anunciantes, que sí mantuvieron la publicidad en la también controvertida "Escobar, el patrón del mal", emitida en el canal de la competencia.

Los Castaño decidieron crear las AUC en 1997, agrupando las cooperativas de defensa campesinas creadas a comienzos de la década de los 80 para combatir a las guerrillas izquierdistas, dos años después de que su padre, el hacendado Jesús Antonio Castaño González, fuera asesinado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Su ejército privado fue financiado por terratenientes, políticos, militares y narcotraficantes para acabar con la guerrilla, pero en el camino su lucha se desvió hacia el narcotráfico y una violencia desmedida que agravó la guerra en Colombia.

El final de estos tres hombres está envuelto en numerosos misterios y hoy en día hay quien sigue afirmando que Fidel, el fundador de Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU), no murió asesinado por guerrilleros en 1994, que Vicente está en paradero desconocido y que él mandó a matar a su hermano Carlos en 2004.

Mostrar comentarios