La investigación se inició con la denuncia del propietario del gimnasio que se percató de la sustracción en el interior del centro deportivo cuando, en la mañana del lunes, se dispuso a abrir la puerta y comprobó que estaba forzada.
El autor había inutilizado el sistema de acceso de la entidad para los socios y había revuelto el despacho en busca de dinero. Al no encontrar efectivo, se había apoderado de unas prendas deportivas que estaban a la venta en el local.
Los desperfectos causados en el sistema de apertura de la entrada han originado unos gastos de reparación que ascienden a los 1.000€uros. Las cámaras de seguridad recogieron la imagen del autor de la sustracción y su recorrido por las salas y la oficina.
La visualización de estos fotogramas permitió al dueño del gimnasio reconocer al presunto responsable del robo al verle sentado en un banco en las proximidades de su negocio. En ese momento dio aviso a la Policía que se personó de inmediato en el lugar y procedió a la identificación del denunciado.
Esta persona llevaba puestas las prendas sustraídas, una camiseta y una sudadera y admitió haber forzado el gimnasio y haber cogido la ropa del interior. El arrestado carecía de antecedentes
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