Bosnia confía en una pronta extradición de "el monstruo de Grbavica"

  • Sarajevo.- Bosnia recibió hoy con satisfacción y alivio la detención en España de Veselin Vlahovic, "el monstruo de Grbavica", acusado de crímenes de guerra durante el asedio de Sarajevo (1992-95), y confía en una pronta extradición.

Vlahovic, la encarnación del terror en el barrio sarajevita de Grbavica
Vlahovic, la encarnación del terror en el barrio sarajevita de Grbavica

Sarajevo.- Bosnia recibió hoy con satisfacción y alivio la detención en España de Veselin Vlahovic, "el monstruo de Grbavica", acusado de crímenes de guerra durante el asedio de Sarajevo (1992-95), y confía en una pronta extradición.

Las autoridades bosnias anunciaron que mañana mismo cursarán a España la solicitud de extradición de Vlahovic, apodado "Batko", y conocido por la crueldad de los crímenes que cometió en el barrio sarajevita de Grbavica.

El presidente de turno de la presidencia colegial bosnia, Zeljko Komsic, ordenó a la embajadora bosnia en Madrid, Zeljana Zovko, que "emprenda todas las medidas necesarias para preparar el inicio del procedimiento de extradición de Vlahovic, incluida una reunión de urgencia con el ministro del Interior español".

También está previsto que el ministro de Exteriores bosnio, Sven Alkalaj, "informe en detalle" a su homólogo español, Miguel Ángel Moratinos, "del proceso de extradición que inicia Bosnia-Herzegovina", informó un comunicado de la Presidencia.

Aunque las autoridades judiciales bosnias investigan el caso de Vlahovic desde la década pasada, el portavoz de la Fiscalía, Boris Grubesic, declaró hoy a Efe que Sarajevo le reclama oficialmente desde 2005 por crímenes de guerra.

En ese año, se cursó una orden de búsqueda y captura tras ser acusado de torturas, violaciones y el asesinato de decenas de civiles musulmanes y croatas.

Grubesic indicó que hay indicios de que también Montenegro y Serbia buscan a Vlahovic por robos y asesinatos, pero recalcó que "de acuerdo con el derecho internacional, el crimen de guerra tiene prioridad y sobre esa base esperamos que sea extraditado" a Bosnia.

"No hay ningún obstáculo para que sea extraditado esta semana", recalcó Grubesic.

"Ahora puedo morirme en paz, porque sé que ese monstruo está dónde debe estar", declaró a Efe tras oír la noticia de la detención Natasa Cengic, madre del conocido jugador bosnio de balonmano Goran Cengic, degollado por Vlahovic en 1992 en el barrio de Grbavica.

Cengic fue asesinado tras salir en ayuda de un vecino, el médico Husnija Cerimagic, cuando Vlahovic y sus secuaces irrumpieron en casa de éste para robarle y llevarlo a fusilar.

Vlahovic regresó poco después a por ambos. Los asesinó a tiros en el monte Trebevic, en las inmediaciones de Sarajevo. La madre del jugador supo siete años después del asesinato dónde estaba enterrado el cadáver de su hijo.

"Para Goran no había musulmanes, serbios y croatas, sólo había buena y mala gente. Toda su vida la había dedicado al deporte, a su esposa y dos hijos. (...) Asesinaron a mi Goran, pero no el recuerdo de su bondad", dijo Cengic.

Un torneo de balonmano en Bosnia lleva el nombre de Goran Cengic y también lo tendrá un pabellón de deportes que se edificará en Grbavica.

Vlahovic, de 41 años, fue la encarnación del terror para los habitantes del barrio sarajevita de Grbavica durante el asedio de la capital bosnia (1992-1995).

Este antiguo boxeador nacido en Montenegro, conocido por el sadismo con el que se empleaba contra los prisioneros detenidos, vivía en Grbavica, al estallar el conflicto civil.

Ese barrio de Sarajevo, que se encontraba en la línea del frente, estuvo bajo el control de las tropas serbobosnias, y la población musulmana y croata trató de escapar por miedo a posibles torturas.

Un miembro del nacionalista Partido Democrático Serbio (SDS), Radomir Neskovic, dijo de Vlahovic ante el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) que era "un monstruo armado, un tipo patológico".

"Queríamos librar Grbavica de ese hombre, pero él siempre regresaba para hacer más males", indicó Neskovic.

"A Batko le gustaba conducir coches y matar musulmanes. Además le gustaba golpearles delante de otros para demostrar sus habilidades y técnicas como boxeador. Torturaba y mataba musulmanes, pero cada vez de una forma diferente. Le gustaba experimentar", explicaba un antiguo soldado serbobosnio, Bozidar Debelonogic, en su libro "Balija".

Después de la guerra escapó a Montenegro, donde en abril de 1999 fue condenado a tres años y medio "por saqueos y comportamiento violento".

En 2001, logró escaparse en condiciones no esclarecidas de la cárcel montenegrina de Spuz, en medio de las presiones desde Bosnia para que fuera extraditado a este país por crímenes de guerra.

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