Cadena perpetua en EEUU para estudiante que mató a un compañero colombiano

  • Un jurado de Florida (EE.UU.) halló hoy culpable de asesinato en primer grado al estudiante Pedro Bravo, quien fue condenado por un juez a cadena perpetua por dar muerte en 2012 a su amigo de origen colombiano Christian Aguilar, un estudiante de la Universidad de Florida (UF).

Miami (EE.UU), 15 ago.- Un jurado de Florida (EE.UU.) halló hoy culpable de asesinato en primer grado al estudiante Pedro Bravo, quien fue condenado por un juez a cadena perpetua por dar muerte en 2012 a su amigo de origen colombiano Christian Aguilar, un estudiante de la Universidad de Florida (UF).

El jurado leyó su veredicto en la última sesión de un proceso que se desarrolló a lo largo de dos semanas, en un tribunal del condado de Alachua, en el norte de Florida.

En su argumentación de cierre, la Fiscalía reiteró que días antes de la muerte de Aguilar, Bravo compró una pala, medicamentos para dormir, un cuchillo para cazar y cinta adhesiva.

"Él literalmente compró un paquete para iniciar el asesinato", dijo el fiscal asistente Bill Ezzell, mientras que la defensa aseguró que Bravo "verdaderamente era suicida y que el caso debía ser desestimado", según reportó The Gainsville Sun.

El sentenciado, de 20 años y vestido de traje y corbata, testificó esta semana en su propia defensa y aseguró que la última vez que vio a Aguilar estaba vivo, pese a que habían mantenido una acalorada discusión y pelea.

Relató además que había intentado suicidarse más de una decena de veces por lo sucedido con su amigo.

De acuerdo con los fiscales, Bravo se sentía celoso y despechado porque su exnovia, Erika Friman, le había dejado y estaba saliendo con Aguilar, por lo que decidió viajar a la ciudad de Gainesville, donde está situada la UF, para convencer a la chica de que volviera con él.

Durante las dos semanas de juicio, el jurado escuchó el testimonio de varios testigos y expertos, incluido el de un preso informante y antiguo compañero de celda de Bravo, quien detalló cómo éste le fue narrando el plan y la consumación del asesinato.

La Fiscalía estatal presentó más de 450 pruebas y unas 1.500 fotografías para demostrar la culpabilidad de Bravo, quien se declaró inocente de los cargos que se le imputaron: homicidio, secuestro, envenenamiento, realizar un informe falso, obstrucción a la investigación, destrucción de pruebas y maltrato de restos humanos.

El cadáver de Aguilar fue encontrado el 12 de octubre de 2012 por un par de cazadores que buscaban leña en una zona boscosa del condado de Levy, parcialmente enterrado y descompuesto.

Las autoridades encontraron también cinta adhesiva, unos zapatos deportivos azules y unos pantalones de color azul oscuro, que coincidían con lo que Aguilar vestía el día que desapareció.

Además se hallaron en el vehículo de Bravo rastros de sangre que correspondía con la de Aguilar y una mochila del estudiante de la UF en posesión de su presunto asesino, según las autoridades.

Los jóvenes estudiaron juntos en una escuela de secundaria en la localidad de Doral, en el condado de Miami-Dade.

La desaparición de Aguilar, que cursaba estudios de Ingeniería Biomédica en la UF, supuso el despliegue de unos 200 policías del estado, además de decenas de familiares y voluntarios en una búsqueda que se concentró en el suroeste de Gainesville.

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