Cadena perpetua para el asesino del ultraderechista sudafricano Terreblanche

  • El Tribunal de Ventersdorp (noroeste de Sudáfrica) condenó hoy a cadena perpetua a un obrero agrícola negro por el asesinato del líder blanco de extrema derecha Eugene Terreblanche.

Johannesburgo, 22 ago.- El Tribunal de Ventersdorp (noroeste de Sudáfrica) condenó hoy a cadena perpetua a un obrero agrícola negro por el asesinato del líder blanco de extrema derecha Eugene Terreblanche.

El juez John Horn condenó a Chris Mahlangu, que tiene ahora 29 años, por la muerte a golpes de Terreblanche en su granja de la Provincia del Noroeste en 2010, en el transcurso de un robo cometido en su propiedad, informó el portal sudafricano de información Iol.

"Has cometido un crimen atroz por el que debes ser castigado. Tu conducta refleja un flagrante desprecio por la vida del fallecido", dijo durante la lectura de la sentencia el juez Horn.

Una veintena de miembros del Movimiento de Resistencia Afrikáner (AWB), formación que dirigió Terreblanche, y otros militantes de la extrema derecha sudafricana se congregaron hoy a las puertas del tribunal para recibir el veredicto, quienes recibieron con alegría la sentencia.

El pasado 22 de mayo, el juez declaró culpable al acusado del asesinato de Terreblanche.

El líder ultraderechista apareció muerto a machetazos y golpes el 3 de abril de 2010 en su granja de Ventersdorp.

La Policía detuvo a dos de sus trabajadores negros, el entonces menor Ndlovu, que tenía 15 años, y Mahlangu, quienes declararon en aquel momento que habían tenido una pelea con el granjero porque no les pagaba su trabajo.

La celebración del funeral del líder afrikáner puso de manifiesto la polarización de una sociedad donde los negros -cerca del 80 por ciento de la población sudafricana- tienen el poder político, pero los blancos -un 9 por ciento- controlan la mayor parte de la economía.

Terreblanche, que murió a los 69 años, fue un líder de ultraderecha defensor de la supremacía blanca, presidente del AWB, y que en los años noventa del pasado siglo, en plena transición democrática tras el apartheid, amenazó con ir a la guerra para defender los intereses de la minoría de ascendencia europea.

El dirigente de inspiración neonazi estuvo vinculado a atentados y disturbios que pretendían desestabilizar las negociaciones de Frederik de Klerk, último presidente blanco del apartheid, y Nelson Mandela, para desmantelar el régimen de segregación racial.

Mandela se convirtió en el primer jefe de Estado negro de Sudáfrica en 1994.

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