Esmeraldero atacado en Colombia dice que pacto de paz en el gremio está roto

  • El comerciante de esmeraldas colombiano Pedro Nel Rincón o "Pedro Orejas", quien sufrió un atentado con una granada el pasado sábado del que resultó ileso pero que dejó cuatro muertos, afirmó hoy que el pacto de paz que se había sellado en ese gremio está roto.

Bogotá, 11 nov.- El comerciante de esmeraldas colombiano Pedro Nel Rincón o "Pedro Orejas", quien sufrió un atentado con una granada el pasado sábado del que resultó ileso pero que dejó cuatro muertos, afirmó hoy que el pacto de paz que se había sellado en ese gremio está roto.

Rincón dijo en declaraciones a Caracol Noticias que el ataque le dejó "prácticamente inmovilizado", mientras que su hijo Pedro Simón se debate "entre la vida y la muerte".

Dos desconocidos arrojaron una granada desde una moto al grupo en el que se encontraba Rincón el pasado sábado durante las Fiestas del Campesino del municipio de Pauna (Boyacá), en el centro del país, en la que murieron cuatro personas.

Al parecer uno de los fallecidos pudo ser uno de los agresores y murió también un bebé que era nieto de un exalcalde de Pauna, la exesposa del comerciante esmeraldero Pedro Cañón y otro hombre identificado como Yobany Cadena, mientras que una decena de personas resultaron heridas.

El empresario descartó que en el ataque haya tenido que ver la familia del fallecido Víctor Carranza, conocido como el "zar de las esmeraldas", con quien al parecer había tenido diferencias.

Precisamente a Carranza, fallecido en abril pasado, se le atribuyen enormes esfuerzos que llevaron en 1990 a la firma de un acuerdo de paz respaldado por la Iglesia católica tras los veinte años que duró la llamada "guerra verde" entre los esmeralderos colombianos, en la que murieron unas 6.000 personas.

"Hay otras familias que son las que están detrás de nosotros, a bregar para quitarnos del camino", dijo Rincón, y relató que tiene una disputa "con la familia Murcia y con la familia Cañón, que son los que están a la pata mía (detrás de él)".

Pero, "la familia Molina son los que creo que rompieron ese pacto de paz porque Edwin Molina dijo que no quería saber nada de nosotros. ¿Y entonces qué es lo que quiere? Dice supuestamente que son esmeralderos, pero no sé, porque ellos se la pasan con narcotraficantes también haciendo cosas", afirmó.

Rincón reivindicó más atención estatal para la región esmeraldera ubicada entre los departamentos de Cundinamarca y Boyacá, en el centro del país.

En el último año se han registrado 25 atentados y asesinatos relacionados con el negocio de las esmeraldas, ocurridos tanto en la zona de extracción como en las calles de la capital colombiana, lo que apunta a un nuevo capítulo de la "guerra verde".

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