Narcotráfico domina regiones paraguayas cercanas a la frontera con Brasil

  • El reciente asesinato de un periodista en Paraguay, el mayor bastión de producción de marihuana de Sudamérica, cerca de la frontera con Brasil, adonde se dirige la mayoría de esa droga, ha desvelado un entramado de vínculos entre autoridades y narcotraficantes.

Santi Carneri

Salto del Guairá (Paraguay), 15 nov.- El reciente asesinato de un periodista en Paraguay, el mayor bastión de producción de marihuana de Sudamérica, cerca de la frontera con Brasil, adonde se dirige la mayoría de esa droga, ha desvelado un entramado de vínculos entre autoridades y narcotraficantes.

Los vecinos de los municipios rurales del departamento de Canindeyú, a unos 400 kilómetros al este de Asunción, conocen con nombre y apellido a los líderes de los principales grupos mafiosos que operan entre Paraguay y Brasil, pero se los callan por temor a represalias.

Canindeyú contiene inmensos mares de soja, que esconden unas 7.000 hectáreas de plantaciones de marihuana, según el Gobierno.

La zona es también el principal corredor de cocaína entre Bolivia y Brasil. En el municipio de La Paloma, situado a unos 30 kilómetros de Ypehú, donde el periodista del diario ABC Color Pablo Medina fue asesinado a tiros el pasado 16 de octubre, cayó en 2012 el mayor cargamento de esa droga incautado hasta la fecha en Paraguay.

Unas 1,7 toneladas de cocaína fueron descubiertas en un laboratorio ubicado dentro de la reserva indígena, junto con cuatro avionetas. La policía detuvo a 19 personas de nacionalidad paraguaya, boliviana, brasileña y peruana.

"Es lo que todos saben, que hay personas directamente relacionadas con la mafia, con protección política, en donde las instituciones: policía, fiscalía y jueces están sometidos", dijo a Efe el senador del opositor Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), Luis Alberto Wagner, durante una reciente visita a la zona.

Medina, de 53 años, realizaba coberturas sobre el tráfico de drogas y sus supuestos vínculos con algunos políticos locales, tras lo cual recibió varias amenazas, algunas del exalcalde fugado Vilmar Acosta, al que la Fiscalía acusa de ser el autor intelectual del crimen.

Hay orden de captura internacional contra él, su hermano Wilson y su sobrino Flavio Acosta, presuntos autores materiales del crimen, y contra Arnaldo Cabrera.

Los hermanos Acosta también están imputados por narcotráfico después de que la policía encontrara un centro de acopio de marihuana en una estancia propiedad de la familia.

Medina, quien a pesar de estar amenazado no tenía escolta policial, perdió a su hermano Salvador en 2001 cuando también fue asesinado por las denuncias radiales que realizaba sobre narcotráfico y corrupción.

Otros dos periodistas paraguayos fueron ejecutados este año en departamentos fronterizos con Brasil.

"El asesino de Salvador se fue preso y cuando salió llegó a La Paloma, donde lo mataron para no dejar cabos sueltos", recordó Wagner.

Según el legislador, la mafia impera en toda la zona fronteriza y destacó a los municipios de La Paloma, Puente Kyjhá y Katueté como el epicentro de las relaciones entre las redes de narcotraficantes paraguayos y brasileños con las autoridades regionales.

"Medina ya decía que había una protección política para los delincuentes, esa denuncia se recibe constantemente, nadie puede decir que no sabe", espetó.

El diario ABC Color ha acusado a la diputada Cristina Villalba del gobernante Partido Colorado de proteger al alcalde de Ypehú, y al de La Paloma, su hermano Carlos Villalba. El rotativo la califica como "madrina" de Vilmar Acosta o como "reina del Norte".

El dominio del narco en la zona ha provocado que de los 13.000 habitantes que vivían dedicados a negocios agropecuarios en La Paloma, unos 7.000 se hayan marchado tras ser amenazados o sufrir asaltos y extorsiones, dijo Wagner.

Un agricultor que lleva más de 20 años viviendo en la zona y que pidió no ser identificado por seguridad explicó a Efe que "nadie se siente tranquilo, por la falta de Justicia, por el amparo institucional al narcotráfico".

"Pregunte a quién no le han robado el auto acá o parte del negocio o tierras, todos se van, son expulsados por las mafias, lo decimos desde hace años", añadió.

El senador considera "muy sospechoso" que casi un mes tras la muerte de Medina la policía no haya atrapado a los responsables.

"El Gobierno debe cambiar, no puede investigar con los mismos policías, fiscales y jueces que nunca hicieron su trabajo en tiempo y forma", lamentó el senador.

"Está claro que no van a investigar a sus protegidos", manifestó.

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