El gobierno de Madeira considera "terrorismo" los graves incendios en la isla

  • El Gobierno regional de Madeira achacó hoy a actos de "terrorismo incendiario" la situación de emergencia que vive el archipiélago portugués, por los fuegos forestales que se han registrado en las últimas 48 horas.

Lisboa, 20 jul.- El Gobierno regional de Madeira achacó hoy a actos de "terrorismo incendiario" la situación de emergencia que vive el archipiélago portugués, por los fuegos forestales que se han registrado en las últimas 48 horas.

En otra región lusa, el Algarve, al sur del territorio continental, un gran incendio forestal ha destruido también en los últimos dos días la mayor parte del término municipal de Tavira, de varios miles de hectáreas, y cientos de bomberos y nueve aviones, uno enviado por España, intentan aún controlarlo.

Pese a la gravedad del fuego y a que cientos de personas han debido de ser evacuadas de sus viviendas, tanto en Tavira como en Madeira no se han registrado víctimas de gravedad entre las más de noventa personas hospitalizadas a causa, sobre todo, de inhalación de humo.

Sin embargo tres personas perecieron hoy en un incendio urbano, al producirse una explosión, por causas aún desconocidas en una casa de Belmonte, a unos 300 kilómetros al noreste de Lisboa.

Para sofocar ese incendio, que en principio fue atribuido a un fuego forestal, tuvieron que intervenir varias dotaciones de bomberos de la zona.

También cientos de bomberos y miles de habitantes de la serranía de Tavira y de la capital madeirense, Funchal, y los municipios isleños de Santa Cruz, Calheta, Ribeira Brava y Porto Moniz, lucharon en los últimos dos días para evitar que las llamas arrasaran varias localidades y urbanizaciones.

Un numero no confirmado de viviendas, pero que se cuentan por decenas, han sufrido daños por las llamas en las dos regiones lusas.

En Madeira los incendios más graves estaban hoy prácticamente controlados, pero en Tavira el fuego seguía avanzando en varios frentes.

Las llamas se extendieron al vecino municipio de Sao Bras de Alportel, en el distrito de Faro, y obligaron a evacuar, entre otros, al centenar de habitantes de la pequeña aldea de Javalí.

En Madeira, situada a más de ochocientos kilómetros de Lisboa y a la mitad de esa distancia de las islas Canarias, el Consejo de Gobierno Regional emitió un comunicado en el que consideró provocados los múltiples fuegos registrados en la isla.

Las autoridades isleñas han pedido a la Policía que investigue y castigue el "terrorismo incendiario" evidenciado por la dispersión de puntos de origen y las características del fuego, que obligó a distribuir por los diversos focos las fuerzas de bomberos, limitando su eficacia.

Lisboa envío refuerzos desde el continente y efectivos militares ayudaron a combatir las llamas, que consumieron una extensión de bosque y matorral, causando daños que aún no han sido evaluados.

El Gobierno del turístico archipiélago, cuyos 250.000 habitantes se concentran en la mayor de las islas, Madeira, organizó varios albergues provisionales para los cientos de personas que debieron abandonar sus casas ante la proximidad de las llamas.

Las autoridades nacionales, incluido el ministro de Interior portugués, Miguel Macedo, han anunciado que intentarán tramitar ayudas nacionales e internacionales para hacer frente a las daños causados por el fuego, que ha arrasado muchas plantaciones, viviendas y vehículos.

Según el Servicio de Protección Civil de la isla, los incendios han remitido hoy y los que siguen activos no son tan peligrosos como los registrados el miércoles y jueves.

Pero todavía arden zonas arboladas de Achadas da Cruz, en el municipio de Porto Moniz, y de Fonte do Bispo, en Calheta, entre otros puntos de Madeira, donde los vientos reinantes no han facilitado las labores de extinción.

Ese mismo fenómenos meteorológico, unido a las temperaturas muy elevadas, cercanas a los 40 grados, han atizado el fuego en el Algarve, donde los bomberos con refuerzos enviados desde todo el país, no han tenido tregua en toda la noche.

Las peticiones de auxilio de los habitantes de caseríos o chalets turísticos al borde de ser pasto de las llamas no han parado en dos días, según dijeron hoy portavoces de los servicios de protección civil, que tiene en el terreno a más de 900 efectivos, apoyados por militares y numerosos civiles.

Mostrar comentarios