Castrocontrigo (León), 22 ago.- El incendio declarado el pasado domingo en Castrocontrigo (León) y que ya ha arrasado alrededor de 10.000 hectáreas se ha mantenido hoy estabilizado durante toda la jornada aunque sigue sin declararse controlado, según han informado fuentes de la Junta de Castilla y León.
El Gobierno autonómico ha rebajado el nivel de alerta de 2 a 1, ya que no advierte riesgo para las poblaciones.
Un total de 540 medios civiles y militares forman el operativo contra el fuego, que se cree que fue intencionado y que se ha convertido en el mayor de la Comunidad, por masa de árboles quemada, de los últimos diez años.
A lo largo del día, el operativo ha constatado la ausencia de llamas, pero ha permanecido alerta porque las "difíciles condiciones meteorológicas" podían provocar un cambio de evolución "en cualquier momento" debido al viento y al calor, superior a los treinta grados, ha señalado la Junta.
En torno a las cuatro de la tarde se ha dado la señal de alerta por reproducciones en la zona de Morla de la Valdería, si bien el personal que trabaja en las labores de extinción ha considerado que no entrañaban riesgo.
El fuego devasta desde hace tres días los pinares que se extienden entre los montes Aquilanos y Tabuyo del Monte, en las inmediaciones del Teleno, y su perímetro atraviesa los términos municipales de Castrocontrigo, Luyego, Quintana y Congosto, Castrillo de la Valduerna y Destriana, todo ellos en el sur de León.
Hasta Quintana y Congosto se ha desplazado el secretario general del PSOE de Castilla y León, Julio Villarrubia, quien ha dicho que apoyará la declaración de zona catastrófica para toda la superficie afectada.
El incendio también ha sido catalogado como una "catástrofe sin paliativos" por el presidente de Ecologistas en Acción de León, Manuel Martínez, que ha advertido de que la zona tardará no menos de cuarenta años en recuperarse.
Martínez ha lamentado que el fuego haya acabado con gran parte de este bosque de 22.000 hectáreas, en el que había robles, sauces, alisos, acebos y, sobre todo, pinos y donde se producían resina, setas, madera y biomasa.
Entre las especies animales que lo habitan ha destacado los lobos, zorros, ciervos, corzos, jabalíes, tejones y liebres.
Ha añadido que el bosque está catalogado como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y en él anidaban águilas calzadas, alimoches, sotacabras y pitos reales, muchos de los cuales han muerto entre las llamas y el resto no regresarán hasta dentro de cinco años, cuando crezcan los primeros árboles.
Las preocupaciones de los vecinos han sido trasladadas por los alcaldes de las comarcas de La Valdería y La Valduerna a un grupo de representantes de la Diputación de León, cuyo portavoz, Jaime González, ha querido dejar claro que el único culpable de la situación ha sido un pirómano que "tiene un nombre" y que es un "criminal".
Los ediles han transmitido los problemas económicos y medioambientales que deberán afrontar, ya que muchas familias vivían de actividades relacionadas con la caza, la apicultura y la recolección de hongos.
Entretanto, los habitantes de la zona asimilan lo ocurrido tras el paso del fuego, como los productores de setas y resina de la zona que se niegan a dejar caer sus negocios y planean cómo rehacer sus proyectos sin tener que abandonar sus pueblos.
La desolación ante este desastre natural la ha resumido en pocas palabras el poeta leonés Antonio Colinas, oriundo de la comarca castigada y con cuyo paisaje ha cimentado su obra.
El premio Nacional de la Crítica y premio las Letras de Castilla y León ha asegurado: "Siento como si estuvieran ardiendo mis propios poemas y mis relatos". EFE
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