Los incendios en Madeira se mitigan pero persisten en dos focos controlados

Lisboa, 23 jul.- La violenta oleada de incendios que ha golpeado la isla de Madeira desde la madrugada del martes pasado se empezó hoy a mitigar y tiende "hacia la normalidad", a pesar de que persisten dos focos controlados, según las autoridades portuguesas.

Dos incendios, uno en Lombo Barreto, en el consejo de Santa Cruz, y otro en Achadas da Cruz, en Porto Moniz, son combatidos bajo control, según informó hoy el Servicio de Protección Civil de Madeira.

"Los medios que están en los lugares están en una posición de vigilancia y todo indica que la situación en la región camina hacia la normalidad", aseguró el presidente de esta entidad, Luis Neri, en declaraciones a medios portugueses.

Los fuegos llegaron a amenazar el jueves pasado la capital de la región autónoma, Funchal, obligaron a desalojar decenas de viviendas en los alrededores y destruyeron total o parcialmente algunas casas y vehículos.

La violencia y persistencia de las llamas llevó al Gobierno luso a enviar a la región insular un avión Hércules y 91 miembros del cuerpo de bomberos, la Guardia Nacional Republicana y Protección Civil.

Aunque todavía no hay una evaluación oficial sobre los daños y el origen de los incendios, los servicios de Protección Civil de la región reiteraron hoy que la mayoría de los fuegos fueron provocados.

Además, las autoridades portuguesas detuvieron el viernes a un individuo sospechoso de haber provocado los incendios, después de encontrar unas antorchas en una zona quemada.

Portugal sufrió en la última semana una de las peores en número y gravedad de incendios de este verano, al tener que combatir al mismo tiempo los continuados focos de la región insular y uno de mayores dimensiones en Tavira, en la zona del Algarve.

Este último fuego fue dominado el sábado, pero sigue bajo control sobre el terreno por más de 450 miembros del cuerpo de bomberos y personal especializado.

El incendio llegó a movilizar a más de 1.000 personas y trece medios aéreos -dos de ellos enviados por el Gobierno español- y arrasó con grandes proporciones de zona forestal.

Según datos municipales, la llamas quemaron 200 kilómetros cuadrados en Tavira, un tercio de este consejo, y entre 20 y 35 por ciento de la otra demarcación afectada, Sao Brás de Alportel.