Desde la formación morada, también llaman a reformar los puntos necesarios en la legislación educativa y laboral correspondiente, para lograr una libertar real en la elección de vestimenta.
En el texto registrado, al que ha tenido acceso Europa Press, la portavoz en materia de Igualdad de Unidos Podemos, Sofía Castañón, apunta que los uniformes escolares diferenciados por sexo (pantalón para los niños, falda o vestido para las niñas) mantiene los estereotipos de género en la escuela, además de limitar la acción física de las menores y persiste en una objetualización sexual de los cuerpos de las mujeres que, a su juicio, continúa después en el ámbito laboral.
En este sentido, señala la práctica habitual en la sanidad privada de que las auxiliares y enfermeras estén obligadas a vestir un uniforme 'femenino', que incluye falda y cofia, en lugar del pijama sanitario de pantalón y camisa que empleaban sus equivalentes varones y que es común en la Sanidad Pública.
LA MUJER COMO RECLAMO
Para la formación, existe "un claro vínculo entre la falda o el vestido y el estereotipo de una feminidad tradicional en la que resultaría impropia la vestimenta juzgada masculina, como son los pantalones".
"De esta forma, la segregación de roles sexuales que comienza con el uniforme escolar se perpetúa en el ámbito laboral en sectores en los que la imagen y el cuerpo de las mujeres se ofrece como reclamo erótico al consumo principalmente masculino, como auxiliares de vuelo, azafatas en congresos o premios deportivos", concluye la iniciativa.
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