Acuerdo para condena a cinco años y medio al hombre que disparó a otro en la Nochevieja de 2015 en La Albericia

  • El acusado reconoce su autoría pero aclara que no tuvo "ninguna intención de matar" a la víctima porque si la hubiera tenido lo habría hecho
EUROPA PRESS

El acusado de disparar a otro en la Nochevieja de 2015 en la calle Francisco Iturrino de Santander, en el área de Cazoña-La Albericia de Santander, será condenado a cinco años y medio de cárcel tras alcanzar las partes un acuerdo y reconocer este hombre su autoría en los hechos, aunque en el juicio celebrado este viernes en la Audiencia Provincial ha precisado que cuando disparó tres tiros a la víctima no tenía "ninguna intención de matarle" porque, de lo contrario, lo hubiera hecho.

Pese a ello, el acusado será condenado a cuatro años y medio de prisión por un intento de homicidio en grado de tentantiva y a un año por tenencia ilícita de armas, que es lo que finalmente ha pedido la Fiscalía, que inicialmente pedía 12, más una indemnización, que se mantiene.

Aunque las partes habían llegado a un acuerdo, el juicio se ha celebrado por el tipo de procedimiento que era, un sumario, aunque se han retirado la gran parte de las testificales que inicialmente había previstas. Ha quedado visto para sentencia, que será acorde al acuerdo al que han llegado las partes.

En el juicio, además del acusado, solo ha declarado la pareja del hombre disparado --este no lo ha hecho por encontrarse enfermo--, dos policías que acudieron al hospital tras los hechos a tomar declaración a la víctima y a su novia y dos peritos forenses.

ASEGURA QUE "NO LE QUISO MATAR" POERO "MOTIVOS TENÍA"

En su declaración este viernes, tanto en la inicial durante su ejercicio del derecho a la última palabra, el acusado, que se encuentra en prisión provisional, ha reconocido ser autor de los disparos pero ha insistido en que su intención no fue matar a la víctima.

"No le quise matar", ha dicho el acusado, que se encontró en la Nochevieja de 2015 se encontró en la calle Francisco Iturrino con la víctima --a la que conocía desde hacía años, según el mismo ha explicado, de una estancia en la cárcel-- y le disparó tres tiros, que le impactaron en la pierna, en la ingle y en el antebrazo.

Cuestionado acerca de si quiso disparar al pecho a la víctima con el tiro que finalmente le acabó impactando en el antebrazo, el acusado ha insistido en negarlo. "Disparé donde quería yo dispararle", ha subrayado este hombre pese a las advertencias de su abogado de que ello podía poner en peligro el acuerdo.

El acusado, que ha asistido al resto de declaraciones en el juicio tras un biombo y custodiado por varios policías, ha señalado en reiteradas ocasiones que si le hubiera querido disparar al pecho le habría dado en el pecho y si hubiera deseado hacerlo en la cabeza también lo habría hecho.

"Si le hubiera querido tirar al pecho, él no estaría aquí", ha señalado insistentemente el acusado, que ha señalado que "no le quiso matar" pero "motivos tenía".

Y es que el acusado ha asegurado que la víctima obligaba a su madre a "prostituirse", quitaba la droga a jovenes de 18 años y "abusaba" de niños y mujeres. "Este se pensaba que Cantabria era de él y ni Cantabria ni España es de nadie", ha aseverado el hombre, que en un momento de su derecho a la última palabra ha aseverado: "Yo seré un hijo de puta pero un hijo de puta con clase".

El acusado ha relatado que esa Nochevieja se encontró con la víctima por la calle y sacó su pistola y primero dio un disparo al aire y luego tres al otro hombre "Si hubiera sido un poco inteligente y se parara quieto y se hubiera ido... No fue inteligente y le di tres disparos", ha aseverado.

"Que dé gracias a Dios y que no le tiré al perro", ha señalado el acusado, que ha afirmado que su pitbull tiene "más corazón" que la víctima y la pareja de ésta.

Tras el acusado, ha declarado por videoconferencia la pareja de la víctima, con la que tiene una niña en común, quien ha explicado que presenció parte de lo ocurrido.

Ha relatado que ella y la víctima habían estado esa tarde tomando algo en Santander y posteriormente se habían ido a casa en Herrera de Camaro pero antes de la cena su pareja "se le escapó" y ella acudió en taxi a Cazoña a buscarle para ir a cenar.

Según ha señalado, fue en ese momento cuando ella, con su hija que entonces tenía 3 años en brazos, vio el enfrentamiento entre su pareja y el acusado, al que conocía, "escondida" en unos soportales que estaban a oscuras.

Además, ha apuntado que con el acusado --que está casado con la exnovia de la víctima-- había un hombre y un perro, ambos en una furgoneta próxima a donde estaban ocurriendo los hechos.

Ha relatado en el juicio que solo presenció el disparo al aire y el primero de los impactos a su pareja --el cual "cree" que le dio en el brazo-- y posteriormente huyó porque le entró "miedo", sobre todo de que a su hija le pudiera pasar algo.

Así, ha explicado que regresó a casa en taxi y esperó allí a su pareja, que, pese a los tres disparos, volvió allí un rato después conduciendo en coche y "lleno de sangre". Una vez allí, ha narrado que avisó al 112 y a la Guardia Civil.

También ha añadido que cuando su pareja regresó a la casa le contó que, además, el perro del acusado --un pitbull-- le había mordido.

Y cuestionada por los motivos del enfrentamiento, ha asegurado que no tuvo "nada que ver" el hecho de que el acusado estuviera casado con la expareja de la víctima sino que fue por una discusión sobre un móvil.

El abogado defensor del acusado ha señalado durante el juicio que la declaración de la testigo no coincide con sus primeras declaraciones cuando la Policía fue al hospital y le tomó declaración, entre otros aspectos, sobre los motivos del enfrentamiento.

Además, ha reseñado que en esas primeras declaraciones la testigo tampoco hizo referencia a la presencia de otra tercera persona ni del perro en la furgoneta.

La testigo ha explicado estas supuestas contradicciones al estado de "shock" en el que se encontraba tras los hechos y ha señalado que en ese momento lo que le preocupaba era el estado de su pareja y padre de su hija.

En el juicio, los dos policías nacionales que acudieron al hospital y hablaron con ella han coincidido en que ésta les explicó que los motivos del enfrentamiento habían sido por "problemas de pareja" y "celos".

Y los peritos forenses, a preguntas de la defensa, han señalado que las heridas de la víctima eran "graves" pero han afirmado que su vida "no llegó a peligrar" pese a los disparos.

Además, han visto "creíble" que el hombre hubiera podido conducir de Santander a Herrera de Camargo tras recibir tres impactos y aguantar una hora sin atención sanitaria.

DOS APLAZAMIENTOS VARIOS CAMBIOS DE ABOGADOS

El juicio contra el acusado de disparar a otro en la Nochevieja de 2015 se ha celebrado este viernes tras dos aplazamientos ya que, inicialmente, estaba previsto que se celebrara el pasado 1 de junio pero fue suspendido después de que el abogado del acusado renunciara a su defensa por "serias discrepancias" con su cliente, que tampoco quería que el letrado le siguiese representando.

Ante esta situación, la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria suspendió el juicio y le dio un plazo de tres días al acusado para que contrate un nuevo abogado de libre designación como el que tenía hasta ahora o, de no hacerlo, se le asignará uno de oficio.

Tras contratar a un nuevo letrado, se señaló la vista para el pasado 19 de julio pero tampoco llegó a celebrarse porque, por segunda vez, el acusado se quedó sin representación legal, lo que obligó a la Audiencia Provincial a fijar una nueva fecha, la de hoy, para la que se le establecería un abogado de oficio.

Inicialmente, para la vista de hoy se le había designado un abogado pero finalmente ha sido otro el que ha ejercido su defensa con el acuerdo del procesado.

El acusado ha sido condenado anteriormente a penas de cárcel por varios delitos de lesiones.

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