Padre de exalumna del Valdeluz no denunció cuando se enteró de los abusos

  • El padre de una exalumna del colegio Valdeluz Agustinos de Madrid ha declarado hoy ante el juez que su hija le comunicó que su profesor de música estaba abusando de ella en 2006 ó 2007, pero que entonces decidió no denunciar los hechos para evitar la "criminalización" de la menor en el proceso judicial.

Madrid, 3 abr.- El padre de una exalumna del colegio Valdeluz Agustinos de Madrid ha declarado hoy ante el juez que su hija le comunicó que su profesor de música estaba abusando de ella en 2006 ó 2007, pero que entonces decidió no denunciar los hechos para evitar la "criminalización" de la menor en el proceso judicial.

Un total de diez testigos han comparecido ante el titular del Juzgado de Instrucción número 13 de Madrid, Hermenegildo Barrera, que investiga el caso, por el que se encuentra en prisión provisional el profesor Andrés Díaz, acusado de siete delitos de abusos sexuales desde mediados de febrero.

Entre ellos, seis padres de exalumnas del colegio Valdeluz, propuestos por los abogados de algunas denunciantes, han corroborado ante el juez que sus hijas sufrieron abusos sexuales por parte de un profesor del centro y han asegurado que las niñas no querían ir a clase con el docente porque estaban "incómodas".

Los otros cuatro testigos, propuestos por la defensa, dos secretarias de la academia de música Melodía Siglo XXI, anexa al colegio, -una de ellas hijastra del profesor- y dos alumnas del centro, han destacado ante el magistrado la "total normalidad" que había en las clases de la academia y la relación "cordial" que tenían con el docente.

Uno de los padres, Javier R., ha relatado que su hija comenzó a sufrir trastornos alimentarios, por lo que acudieron a un centro de salud de la Comunidad de Madrid, y, cuando la menor le comunicó que había sufrido abusos por parte de su profesor de música, fue derivada al Centro Especializado de Intervención en Abuso Sexual Infantil (Ciasi) de la Comunidad de Madrid.

"Ella, en un momento dado, me dijo que el profesor la tocaba", ha explicado el padre, quien ha reconocido que, inicialmente, tenía "ganas de partirle la cara" al profesor, pero, después, reaccionó "con sosiego" y llevó a su hija al psicólogo.

Ha detallado que su hija recibió tratamiento psicológico en el Ciasi durante seis meses y, con posterioridad, el psicólogo los puso en contacto con una letrada del mismo Ciasi que les explicó el proceso judicial a seguir en estos casos.

Javier R. ha explicado que en aquel momento decidió no denunciar los hechos para evitar la "criminalización" de la menor en el proceso judicial y porque la repercusión que esto podía tener dentro de su ambiente "era mucho peor que el beneficio que podíamos sacar".

Cuando se había estabilizado la situación psicológica de su hija, que entonces tendría 16 años, puso los hechos en conocimiento de la tutora del colegio y habló con otros padres para comprobar si había más casos, pero no logró sacar nada en claro y tuvo la sensación de que nadie iba a apoyarle, ha agregado.

Sin embargo, ha manifestado que, tras comunicarle los hechos a la tutora, el centro "no hizo nada" y hubo que esperar hasta que el profesor fue denunciado y detenido el pasado mes de febrero para que lo suspendieran de empleo y sueldo.

En aquel momento, adoptó la decisión que creyó "menos lesiva" para la chica, que fue "cortar toda relación" con el profesor de música, porque la niña no quería dejar el colegio, donde estaba toda su vida social, ha indicado.

El letrado del docente, Ramón Muñoz, ha estimado que los padres han incurrido en "contradicciones" y se ha preguntado cómo es posible que unos padres a los que se les cuenta a principios de enero que están sucediendo unos hechos de abuso permitan que su hija siga yendo a la academia hasta el mes de febrero, en lugar de "cortar radicalmente" con esas clases. EFE

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