Portillo, un expresidente con pasado judicial y muchos bandazos políticos

  • El expresidente guatemalteco Alfonso Portillo (2000-2004), condenado hoy en EE.UU. por haber lavado dinero mal habido en bancos de ese país, tuvo problemas con la justicia desde joven y pasó de tener conexiones con la guerrilla a presentarse y ganar las elecciones con un partido de ultraderecha.

Guatemala, 22 may.- El expresidente guatemalteco Alfonso Portillo (2000-2004), condenado hoy en EE.UU. por haber lavado dinero mal habido en bancos de ese país, tuvo problemas con la justicia desde joven y pasó de tener conexiones con la guerrilla a presentarse y ganar las elecciones con un partido de ultraderecha.

Casi un año después de haber sido extraditado desde Guatemala a Estados Unidos, el abogado y economista de 62 años fue condenado hoy por un juez neoyorquino a cinco años y diez meses de prisión y a devolver los 2,5 millones de dólares que recibió de Taiwán para que reconociera diplomáticamente a ese país asiático.

Durante el juicio en Nueva York, la Fiscalía del distrito sur le acusó de "convertir el puesto de la Presidencia de Guatemala en su cajero automático personal".

Lo cierto es que la gestión presidencial de Portillo, apodado "Pollo ronco" por su característica voz raspada, estuvo marcada por constantes denuncias de corrupción por saqueos de fondos públicos del Seguro Social y del Ministerio de la Defensa, entre otros.

Portillo también pasó su Administración enfrentado con los empresarios por impulsar un Gobierno de "proyección social", como lo definía, y les acusó de estar detrás de una "persecución política" contra él.

Su exministro de Educación Mario Torres dijo hoy que el expresidente "es muy querido por la mayoría de la población" por trabajar en beneficio de la clase necesitada.

Nacido el 25 de septiembre de 1951 en el departamento oriental de Zacapa, el exjefe de Estado es graduado en Ciencias Jurídicas y Sociales en la Universidad Autónoma de Guerrero y tiene un doctorado en Ciencias Económicas por la Universidad Autónoma, ambas de México.

Desde la década de los años 70 se vinculó a organizaciones indígenas de izquierda de México y de Guatemala.

Durante su estancia en México se vinculó al Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP) de Guatemala, una de las cuatro organizaciones que integraron la guerrilla de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), convertida en partido político tras acabar el conflicto armado interno, el 29 de diciembre de 1996.

Era aún profesor en la Universidad de Guerrero cuando, en 1982, protagonizó un turbio incidente al disparar a tres hombres, dando muerte a dos y dejando herido al tercero, durante una discusión con trasfondo político en la localidad mexicana de Chilpancingo.

Portillo permaneció prófugo de la justicia mexicana hasta 1995, cuando se declaró prescrito el delito del que se le acusaba por el incidente de Chilpancingo y se cerró el caso.

A su regreso a Guatemala, en 1989, se afilió al Partido Socialista Democrático (PSD) y poco después se unió a la Democracia Cristiana Guatemalteca (DCG), que llegó al poder en 1986 con Marco Vinicio Cerezo Arévalo como presidente.

En 1993 pasó a ser secretario general de ese partido, pero dos años después dejó la DCG por discrepancias debido a actos de corrupción y tiempo después se unió al partido de extrema derecha liderado por el general golpista José Efraín Ríos Montt, el Frente Republicano Guatemalteco (FRG).

En las elecciones generales de 1995, apadrinado por Ríos Montt, participó como candidato presidencial del FRG pero fue derrotado por el empresario Álvaro Arzú, del Partido de Avanzada Nacional (PAN).

Para los comicios generales de 1999, Portillo volvió a participar como candidato y ganó la Presidencia al derrotar al oficialista Oscar Berger, y gobernó de 2000 a 2004.

La persecución penal en contra de Portillo por malversación de fondos públicos se inició en febrero de 2004 poco después de entregar el poder, por lo que huyó a El Salvador y luego a México, al enterarse de que había una orden de captura contra él.

Tras evadir a la justicia con múltiples acciones legales en 2008 fue extraditado de México a Guatemala, pero el mismo día quedó en libertad al pagar una fianza de unos 120.000 dólares.

Una denuncia por malversación de 120 millones de quetzales (15 millones de dólares) lo llevó a los tribunales de justicia de su país, que finalmente lo absolvieron en 2011.

El año anterior a la absolución, Portillo fue capturado en las costas del Caribe guatemalteco a petición de Estados Unidos y, pese a una serie de recursos legales, no pudo salir de prisión y detener su extradición, la cual fue firmada en noviembre de 2011 por el entonces presidente, Álvaro Colom.

Durante el juicio en Nueva York, Portillo se declaró culpable solo de una de las acusaciones en su contra, la de "abuso de confianza", por la que fue sentenciado hoy, y llegó a un acuerdo con la Fiscalía para rebajar a 20 años el máximo de pena que podía recibir.

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