Caen dos redes con 21 detenidos por tráfico de cocaína impregnada en colchas

  • La Guardia Civil ha detenido a 21 personas como supuestos integrantes de dos redes delictivas que traficaban con cocaína que recibían impregnada en colchas y ha desmantelado tres laboratorios clandestinos en los que se trataban los estupefacientes.

Madrid, 24 ene.- La Guardia Civil ha detenido a 21 personas como supuestos integrantes de dos redes delictivas que traficaban con cocaína que recibían impregnada en colchas y ha desmantelado tres laboratorios clandestinos en los que se trataban los estupefacientes.

Según informa el instituto armado, en la operación, denominada "Alquimista", se han intervenido más de 6 kilos de cocaína, 4 de heroína, casi 3 de hachís y distintas cantidades de marihuana, pastillas de Viagra y sustancias destinadas al corte y elaboración de drogas.

Las investigaciones comenzaron a mediados del mes de febrero del pasado año cuando agentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Guadalajara detectaron que un vecino de esa ciudad, podría dedicarse al tráfico de drogas porque había adquirido en varias ocasiones diversos productos químicos relacionados con la elaboración y manipulación de la cocaína.

Además, los agentes comprobaron que esta persona no trabajaba ni tenía relación alguna con empresa que pudieran necesitar esos productos y que su nivel de vida no se correspondía con su nula actividad laboral.

La Guardia Civil estableció un dispositivo de seguimiento a este individuo, que tomaba excesivas precauciones en sus desplazamientos y en las reuniones que mantenía con otras personas.

También comprobaron que su suegro le ordenaba dirigirse a determinados lugares y entrevistarse con distintas personas supuestos miembros de esa organización.

Los agentes llegaron a la conclusión de que podían disponer de un laboratorio clandestino de cocaína y una estructura perfectamente organizada dedicada al tráfico de drogas que operaba en la provincia de Guadalajara.

Así, descubrieron que el suegro contactaba con una tercera persona residente en Madrid, al que le encargaba la compra de grandes cantidades de cocaína. Éste pertenecía a un grupo organizado de narcotraficantes que actuaba en la capital.

Como consecuencia de la investigación, la Guardia Civil sospechó de la existencia de dos grupos perfectamente organizados que operaban en ambas provincias y localizó 3 laboratorios clandestinos ubicados en ellas.

El cabecilla del grupo de Guadalajara negociaba la compra de cocaína a través de varios canales, incluido el envío postal desde Sudamérica utilizando a una mujer para recibir los envíos.

Una vez que la mujer recibía la droga, la entregaba a otra persona, quien la almacenaba y adulteraba en dos laboratorios, uno de ellos instalado en una casa de campo ubicada en la localidad de Mantiel y otro en una vivienda del municipio de Cabanillas del Campo, propiedad ambas del jefe de la organización.

Los laboratorios disponían de todos los medios necesarios para la transformación y adulteración de la cocaína, como prensa, productos químicos, sustancias de corte, bañera, máscara antigás, embudos, cazos, lámparas o maquina de sellado.

Una vez cortada la droga y distribuida en dosis, era entregada a los distintos distribuidores quienes, a través de sus propios canales, la hacían llegar a los consumidores finales.

Por lo que se refiere al grupo de Madrid, su responsable negociaba la compra de cocaína y de heroína, recibiendo ésta última desde Italia, que era transportada y tratada por un ciudadano de origen albanés en un laboratorio clandestino hallado en una vivienda en Madrid capital.

La Guardia Civil averiguó cuándo dos integrantes de la banda de Guadalajara debían acudir a una oficina de correos de esa ciudad a recoger un paquete postal procedente de Brasil, interceptó el envío y detuvo a esas dos personas. El paquete contenía cinco colchas que estaban impregnadas con cinco kilos de cocaína.

Seguidamente se detuvo al responsable de la organización y se desarticuló el grupo de Guadalajara con más detenidos.

Para evitar la fuga de los demás miembros de la organización que actuaban como distribuidores de la droga en la provincia, se realizaron diez registros domiciliarios en la capital y en las localidades de Cabanillas del Campo, Valdeaveruelo, Fontanar, Mantiel y Huete (Cuenca), en los que se practicaron nueve detenciones y se consiguió desmantelar dos laboratorios clandestinos.

La operación finalizó en Madrid con cuatro registros domiciliarios, el arresto de cuatro integrantes de la banda que operaba en la capital y el desmantelamiento de otro laboratorio clandestino, en el que se han encontrado más de cuatro kilos de heroína entre otras sustancias.

Los detenidos en esta operación, que continúa abierta, son de nacionalidad española, colombiana, dominicana, ecuatoriana y albanesa.

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