Según han informado a Europa Press fuentes judiciales, Argelia reclama a ambos militantes del movimiento amazigh como sospechosos de haber participado en actividades contra el Gobierno argelino y haber publicado en redes sociales, entre 2013 y 2016, comentarios con invitaciones explícitas a cometer masacres y sabotajes contra la seguridad del Estado y la unidad nacional.
Las autoridades argelinas acusan a ambos de "sembrar discordia y hostilidad entre la población", de difundir ideas racistas y sectarias y de provocar miedo entre las poblaciones de Ghardaia, Guerrara y Berriane.
La detención de ambos provocó las protestas de la ONG Asamblea Mundial Amazigh, que aseguró que se les busca por "motivos políticos" y pidió al Gobierno que no los extraditase. Las asociaciones amazigh Azar y Tamazgha afirmaron en un comunicado que ambos "son activistas que llevan una lucha pacífica para defender los derechos de los amazigh (bereber) Mzab" y que su intención era pedir asilo político a las autoridades españolas.
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