"Raro es el fin de semana en el que los vecinos no tengan que sufrir noches de gritos, peleas y molestias similares a altas horas de la madrugada, que incluso se prorrogan a la mañana del día siguiente" ha observado Larraga.
El PAR ha descrito que las calles están llenas de suciedad por dichas actitudes incívicas y se pueden ver "tiradas por las aceras botellas de cristal de bebidas, suciedad de plásticos y otros elementos sacados de algún establecimiento cercano, vómitos en la calle, preservativos y contenedores de basura usados como urinarios".
Para Larraga se trata de "todo un rosario de actos incívicos que están deteriorando estas calles. En otras ocasiones, personas claramente bebidas a altas horas de la noche o incluso en horario matutino, provocan inseguridad. Incluso, algunos establecimientos que desarrollan su actividad de forma ordinaria en horario diurno (y ocasionalmente algunos vehículos aparcados en estas vías públicas) se ven afectados por el comportamiento de algunos de estos gamberros que en estado de ebriedad han ocasionado problemas en los mismos a plena luz del día", ha agregado.
"COLAPSADA POR LA SUCIEDAD"
Asimismo, ha abundado en que los vecinos están "totalmente hastiados, y con razón" ha argumentado Larraga en una nota de prensa.
En este sentido, la relatado que "los domingos por la mañana, algunas de estas calles están casi colapsadas por la suciedad. No es raro ver a ambulancias o coches de policía que acuden cuando los problemas que ocasionan estas personas se hace ya inaguantable".
Larraga ha explicado que las medidas "se deben tomar a priori, y evitar que esta zona se convierta definitivamente en un foco de inseguridad y suciedad, en el que los vecinos no pueden, por ejemplo, ni abrir las ventanas en las noches de verano por el ruido excesivo que a partir de la 1 de la mañana se vive en algunas de estas zonas".
PAR Zaragoza reclama al Ayuntamiento de Zaragoza una mayor presencia policial en los días y horarios conflictivos en las zonas en cuestión al objeto de garantizar una mayor seguridad a los vecinos, así como una mayor limpieza de las calles afectadas cada fin de semana (e incluso entre semana) por estos comportamientos incívicos que llenas de porquería las aceras.
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