Según las mismas fuentes, el vehículo que habían sustraído ambos detenidos circulaba sobre las 14.30 horas a gran velocidad y de forma temeraria por la M-40 cuando, a la altura del kilómetro 19 en dirección Zaragoza, pegó un frenazo e impactó contra otro turismo, dando varias vueltas de campana.
En ese momento, uno agente de Policía Nacional que estaba fuera de servicio y que desconocía que se trataba de un coche robado, paró al observar el accidente para tratar de socorrer a los dos jóvenes, pero comprobó con sorpresa que éstos salieron por las ventanas del vehículo y emprendieron la huida a pie.
Entonces, procedió a identificarse como Policía Nacional y les dio el alto, pero al ver que hacían caso omiso de su indicación procedió a perseguirles por el descampado por el que pretendían huir deteniendo a uno de ellos, que era el conductor del vehículo.
Instantes después, otro policía que también terminaba su jornada laboral vio a los jóvenes que estaban siendo perseguidos por el otro agente y se apeó de su vehículo para dar el alto al otro ocupante del vehículo.
Al final, ambos fueron arrestados acusados de un delito contra la seguridad vial y por robo de vehículo. Según otras fuentes, los detenidos eran menores de edad.
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