Con la entrega del soldado, culmina la liberación de tres rehenes de las FARC

Bogotá, 16 feb.- Las FARC entregaron hoy al soldado Josué Álvarez Meneses y le pusieron punto final al operativo de liberación de tres secuestrados que arrancó el pasado jueves, el primero que se da desde que la guerrilla y el Gobierno comenzaron a negociar la paz.

Guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entregaron al joven soldado de 19 años a una comisión humanitaria formada por delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y representantes de la ONG Colombianas y Colombianos por la Paz, que lidera la exsenadora Piedad Córdoba.

El organismo humanitario confirmó en un comunicado que el operativo se cumplió con éxito cuando el liberado ya estaba en su poder.

"Esperamos que esta persona liberada pronto pueda reunirse con su familia", sostuvo Jordi Raich, jefe de la delegación del CICR en Colombia, antes de expresar su alegría porque "la operación haya podido realizarse sin contratiempos".

El acto, televisado en directo por el canal venezolano Telesur, tuvo lugar en un montañoso caserío de Policarpa, el pueblo del sureño departamento de Nariño donde Álvarez Meneses fue hecho cautivo el pasado 30 de enero en medio de combates del Ejército y la guerrilla que dejaron además cuatro soldados muertos.

En declaraciones a Telesur, el recién liberado recordó que antes de que le privaran de su libertad le había alcanzado una esquirla de bala y, emocionado, agregó: "Me respetaron la vida y todo".

Este joven soldado, que cumple el servicio militar pero sueña con ser veterinario, iba vestido de civil, con una camiseta de rayas, un pantalón tejano y botas de caucho, imprescindibles para caminar entre la densa y húmeda vegetación de la zona.

La comisión humanitaria emprendió después el viaje de regreso en vehículos del CICR para llevar al militar hasta Pasto, la capital nariñense, donde la familia de Álvarez Meneses espera reencontrarse con él dentro de unas horas.

La entrega del soldado pudo llevarse a cabo pese a las dificultades que planteó el retraso de la primera fase, en la que dos policías fueron liberados y que estaba prevista para el jueves, pero fue cancelada por la presencia masiva de medios.

Finalmente se cumplió el viernes en las montañas del Cauca, a más de 350 kilómetros de distancia por farragosas carreteras, por lo que la comisión tuvo que viajar desde allí a Cali, y desde esa ciudad hasta Policarpa.

"Luego de tan largo camino, casi 24 horas!! al fin recibimos a Josué Álvarez, ya está en libertad!!!", escribió la exsenadora Córdoba en su cuenta de Twitter.

Los policías Cristian Camilo Yate y Víctor Alfonso González, que ayer recobraron la libertad, fueron trasladados al Hospital Central De La Policía Nacional de Bogotá, que hoy emitió un parte médico de estabilidad, aunque anunció que los mantendría ingresados para revisar sus ojos, oídos y estado físico.

Ambos presentan cuadros de deshidratación, fatiga muscular y estrés postraumático, pero González sufre también un esguince en la rodilla derecha, al parecer como consecuencia de las largas caminatas que los guerrilleros les obligaron a realizar durante el secuestro, que empezó el pasado 25 de enero.

Este fue el primer operativo de liberación de rehenes hechos cautivos desde que se puso en marcha el proceso de paz entre el grupo armado y el Gobierno en La Habana en noviembre de 2012, conversaciones que se desarrollan mientras en Colombia continúa librándose el largo conflicto armado interno.

De hecho, según las autoridades colombianas las FARC derrumbaron hoy con explosivos la mitad de una estación policial en Puerto Asís (Putumayo, sur), un ataque que dejó heridas a tres agentes.

Las FARC también atentaron ayer contra un camión militar en el páramo de Sumapaz, muy próximo a la capital colombiana, en el que fallecieron tres soldados, y dos días antes habían matado en enfrentamientos en Caquetá (sur) a siete militares.

En operaciones del Ejército en el Valle del Cauca (suroeste) falleció este sábado un guerrillero y otro perdió la vida también en el Huila (sur); mientras que en Antioquia (noroeste) fallecieron dos soldados cuando supuestos rebeldes activaron un campo minado.