La onu pide a méxico que investigue si varios funcionarios estuvieron tras el secuestro de 40 inmigrantes


La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, urgió este viernes al Gobierno de México a que investigue el secuestro de 40 inmigrantes centroamericanos.
Según varias organizaciones de derechos humanos vinculados con este caso, que han sido entrevistados por personal de la oficina de Pillay, un grupo de 250 inmigrantes de América Central, en su mayoría salvadoreños y guatemaltecos, viajaban el pasado 16 de diciembre en un tren de carga rumbo al norte en el Estado de Oaxaca (sur de México).
Este grupo fue detenido en una operación conjunta de agentes de policía e inmigración, que detuvieron a 92 personas. Posteriormente, unos 150 inmigrantes regresaron al tren, previo pago de sumas de dinero, si bien el convoy fue abordado después por pistoleros no identificados, que asaltaron y robaron a algunos de los migrantes y luego secuestraron a 40 de ellos, entre ellos al menos 10 mujeres y un niño.
Dos días más tarde, algunos de los que se habían librado de ser detenidos o secuestrados llegaron a un refugio para inmigrantes en Ciudad Ixtepec (Oaxaca), cuyo gerente, Alejandro Solalinde, un conocido defensor de los derechos humanos, informó a las autoridades y denunció públicamente el secuestro. Desde entonces ha recibido varias amenazas de muerte.
Pillay instó a las autoridades mexicanas a que lleven a cabo "una investigación exhaustiva y transparente de los presuntos malos tratos y el abuso de migrantes por parte de la Policía Federal y el Instituto Nacional de Migración, así como las circunstancias que rodearon el secuestro posterior y las amenazas recibidas por el padre Solalinde y sus colegas".
Añadió que las autoridades deben determinar si funcionarios públicos, incluyendo al personal ferroviario estatal, fueron cómplices de éste y otros secuestros, y expresó su preocupación por el deterioro de la situación de los derechos humanos en México, donde miles de trabajadores migrantes han sido secuestrados en los últimos dos años.
"Reconozco que el Gobierno se enfrenta a un tremendo desafío, ya que se enfrenta a bandas organizadas excepcionalmente violentas y bien armadas en México. Sin embargo, la protección de los migrantes y de las personas valientes y comprometidas que trabajan en su nombre no debe dejarse de lado", concluyó.

Mostrar comentarios