Muerte de 4 rehenes de FARC recuerda casos de otros fallecidos en cautiverio

  • El asesinato de cuatro uniformados colombianos que permanecían secuestrados por las FARC y hacían parte de la lista de canjeables por guerrilleros presos recordó hoy tragedias similares en las que rehenes han perdido la vida estando en cautiverio.

Bogotá, 26 nov.- El asesinato de cuatro uniformados colombianos que permanecían secuestrados por las FARC y hacían parte de la lista de canjeables por guerrilleros presos recordó hoy tragedias similares en las que rehenes han perdido la vida estando en cautiverio.

Uno de los primeros hechos de este tipo que conmovió al país fue la muerte de la exministra de Cultura Consuelo Araújo Noguera, cuyo cuerpo fue hallado el 30 de septiembre de 2001 en estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta (norte), tras ser plagiada el 24 del mismo mes.

Según la Fiscalía General de la Nación, la periodista, escritora y folclorista, conocida como "La cacica", fue asesinada por los insurgentes con disparos de fusil a corta distancia, y no en operaciones militares para rescatarla, como dijeron en esa ocasión los rebeldes.

El luto regresó el 5 de mayo de 2003, cuando murieron el gobernador de Antioquia, Guillermo Gaviria Correa, y el exministro de Defensa Gilberto Echeverry Mejía, asesor de paz de ese territorio del noroeste de Colombia, quienes habían sido secuestrados el 21 de abril de 2002.

El plagio se produjo cuando participaban en una marcha contra la violencia y el bloqueo de guerrilleros al municipio de Caicedo, en ese mismo departamento.

En aquel momento las autoridades informaron que Gaviria Correa, Echeverry Mejía y 8 soldados, también rehenes de las FARC, fueron asesinados en represalia por una operación militar que se desarrolló sobre el campamento guerrillero.

Igualmente, hoy se recordó al coronel Julián Ernesto Guevara, muerto el 28 de enero de 2006 de una enfermedad tropical, según la guerrilla, tras ocho años de cautiverio.

El oficial cayó en manos de las FARC el 3 de noviembre de 1998 durante la toma de Mitú, capital del departamento del Vaupés (sureste).

Después de la gestión de una misión humanitaria, conformada por la exsenadora Piedad Córdoba, el Comité Internacional de la Cruz Roja, monseñor Leonardo Gómez Serna y el Gobierno de Brasil, la madre del policía muerto, Emperatriz de Guevara, recuperó en 2010 los restos del uniformado.

El país volvió a sacudirse con el caso de 11 diputados que habían sido secuestrados el 11 de abril de 2002 por un comando rebelde que simuló una operación antiterrorista de las fuerzas de seguridad en la sede de la Asamblea Departamental en Cali, la capital del suroccidental departamento del Valle del Cauca.

El 28 de junio de 2007 el Comando Conjunto de Occidente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia indicó: "Once diputados de la Asamblea del Valle (...) murieron en medio del fuego cruzado cuando un grupo militar sin identificar hasta el momento atacó el campamento donde se encontraban".

"Sobrevive el diputado Sigifredo López, quien no estaba en ese instante junto a los demás retenidos", añadió el comunicado.

Años más tarde, el 6 de febrero de 2009, López fue liberado unilateralmente y confirmó que sus compañeros fueron masacrados por la guerrilla, corroborando así lo establecido por una investigación judicial que determinó que los exdiputados recibieron casi cien tiros de fusil.

Las noticias una vez más fueron desalentadoras al conocerse el 11 de noviembre de este año por parte del director del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, Carlos Eduardo Valdés, que habían sido identificados los restos de Francisco Aldemar Franco Zamora, privado de la libertad en marzo de 2009, en el departamento del Guaviare (sur).

Su cadáver fue encontrado gracias a la información suministrada por un antiguo miembro del grupo insurgente, quien aseguró que el militar fue asesinado por guerrilleros dos meses después de su secuestro.

Finalmente, hoy el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, confirmó la muerte en Caquetá (sur) del sargento mayor del Ejército José Libio Martínez Estrada, plagiado el 21 de diciembre de 1997 en Patascoy (Nariño, suroeste), lo que lo convertía en el rehén que más tiempo llevada en poder del grupo insurgente.

También murieron Elkin Hernández Rivas, mayor de la Policía, y Edgar Yesid Duarte Valero, coronel de la misma institución, secuestrados el 14 de octubre de 1998 en Paujil (Caquetá), y Álvaro Moreno, intendente jefe de la Policía, tomado el 9 de diciembre de 1999 en Curillo (Caquetá).

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