Tras la liberación de joven, la guerrilla paraguaya tiene un único rehén

  • El joven de 17 años Arlan Fick, hijo de colonos brasileños radicados en el norte de Paraguay, disfrutó hoy de su primer día en libertad tras haber permanecido 267 días en manos del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), que ahora solo tiene como rehén a un policía al que capturó en julio pasado.

Asunción, 26 dic.- El joven de 17 años Arlan Fick, hijo de colonos brasileños radicados en el norte de Paraguay, disfrutó hoy de su primer día en libertad tras haber permanecido 267 días en manos del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), que ahora solo tiene como rehén a un policía al que capturó en julio pasado.

La organización guerrillera liberó el jueves por la noche al joven en una carretera a unos 30 kilómetros de la residencia de su familia en la localidad de Paso Tuyá, en el departamento norteño de Concepción, donde había sido secuestrado el pasado 2 de abril.

Fick, que ya libre se dirigió a una casa de la zona, donde se puso en contacto telefónico con su hermana, fue visitado hoy en su casa por el ministro del Interior, Francisco de Vargas, y el fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón.

Al filo de la pasada medianoche, nada más conocerse la liberación, el presidente paraguayo, Horacio Cartes, manifestó su emoción y alegría, porque "una familia más está completa y reunida esta Navidad", según un comunicado divulgado hoy por la Presidencia.

Cartes añadió que ahora la prioridad del Gobierno radica en lograr la puesta en libertad del policía Edelio Morinigo, de 24 años, secuestrado por el EPP el 5 de julio, también en el departamento de Concepción, que es considerado el bastión de esa guerrilla.

Fick hizo hoy unas breves declaraciones a los periodistas apostados frente a su casa, en las que aseguró que había recibido un buen trato por parte de sus secuestradores y agradeció las muestras de solidaridad recibidas.

El fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, informó de que el joven no prestará declaración hasta que haya recibido asistencia psicológica.

"El Ministerio Público conformó un equipo de médicos y psicólogos para realizar las tareas correspondientes de rigor y acompañar al joven Fick. Hablamos con él y en su momento conversará con los agentes fiscales para seguir con la investigación", dijo Díaz Verón por medio de un comunicado.

El secuestro de Fick es el más largo de los atribuidos hasta ahora al EPP. Hasta este jueves lo era el de Cecilia Cubas, hija del expresidente Raúl Cubas Grau (1998-1999), quien fue secuestrada en septiembre de 2004 y hallada sin vida en febrero de 2005.

Durante su largo periodo como rehén, Fick cumplió años (su aniversario es el 3 de octubre), y el EPP sufrió una escisión por problemas internos que desembocó en la creación de la Agrupación Campesina Armada (ACA).

No fue hasta el pasado 21 de octubre cuando las autoridades recibieron la prueba de vida de Fick y de Morinigo: un vídeo en el que se les veía juntos en un campamento guerrillero.

El secuestro del joven de origen brasileño se produjo tras un enfrentamiento armado entre la guerrilla y las fuerzas de seguridad del Estado, en el que murieron un militar y de dos miembros del EPP.

El resto de la columna guerrillera escapó con el joven como rehén, cuyo padre, Álcido Fick, asegura que días después del secuestro pagó al EPP 500.000 dólares a cambio de la entrega de su hijo.

Además, Álcido Fick distribuyó alimentos a dos comunidades pobres por valor de otros 50.000 dólares y divulgó un vídeo propagandístico de la guerrilla.

Sin embargo, la liberación no se produjo hasta ocho meses después, tiempo en el que las Fuerzas de Tarea Conjunta, el contingente de militares y policías creado por el Gobierno para combatir al EPP, no consiguió rescatar a Fick.

Las autoridades paraguayas afirman que el EPP es una escisión del desaparecido Partido Patria Libre, fundado a principios de la década de los años 90 por un grupo de seminaristas "revolucionarios", y le atribuyen 38 asesinatos de civiles, militares y policías.

Tras la liberación de Fick, todas las miradas están puestas en el policía Morínigo, aunque su secuestro parece obedecer más a motivos políticos que económicos.

Por dos ocasiones, en noviembre y octubre, el EPP amenazó con matar al policía si el Gobierno no cedía a sus condiciones: la liberación de seis de sus presos.

La respuesta del Gobierno paraguayo fue de rechazo al canje, aunque las autoridades también dudan de las intenciones del EPP, que nunca precisó la identidad de los prisioneros y la metodología del intercambio.

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