Interior fusiona sus centros contra el terrorismo y el crimen organizado


El Ministerio del Interior anunció hoy que, con el fin de lograr la “optimización de la lucha contra las amenazas”, ha procedido a fusionar el Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista (CNCA) y el Centro de Inteligencia Contra el Crimen Organizado (CICO).
Interior explicó que el Consejo de Ministerios procedió este viernes a aprobar la modificación de la “estructura orgánica básica” del departamento que dirige Jorge Fernández Díaz.
En este sentido, este ministerio informó de que una de las “principales novedades” de su nueva estructura es la creación CITCO, que dependerá de la Secretaría de Estado de Seguridad. El proyecto no implica incremento del gasto público, porque su objetivo es la reasignación de funciones entre los diversos órganos del departamento de Fernández Díaz.
El nuevo órgano será el encargado de la “recepción, integración y análisis de toda la información estratégica disponible referida al terrorismo, la criminalidad organizada y los radicalismos violentos”, para lo cual elaborará “inteligencia estratégica y prospectiva”. Además, ofrecerá una valoración permanente de estas amenazas.
A este respecto, Interior explicó que “el terrorismo y el crimen organizado constituyen dos de las principales amenazas para la seguridad nacional e internacional del siglo XXI”, a lo que se suma que “las organizaciones criminales han demostrado ser flexibles, dinámicas, elusivas a la acción de las autoridades y adaptables a los cambios, y se han convertido en un gran reto para todos los países en su lucha contra el crimen organizado transnacional”.
DE CRIMINALES A TERRORISTA
Se argumenta, además, que “la relación entre actividades terroristas e individuos vinculados a otras labores delincuenciales es un hecho objetivo incontestable” y que “la línea de separación entre el crimen organizado y el terrorismo es cada vez más tenue”.
Además, “se ha constatado que los grupos terroristas utilizan cada día más el crimen organizado para su financiación mediante la comisión de hechos delictivos graves como el tráfico de drogas, el ciberdelito, los fraudes y los robos con fuerza, principalmente”.
En esta línea, Interior destacó que en España al menos el 20% de las personas encarceladas por presunta pertenencia al terrorismo yihadista entre los años 2005 al 2011 habían estado ya en prisión por su participación en la comisión de otros delitos.
Asimismo, la captación en las prisiones de criminales comunes para incorporase a la yihad, y la globalización mundial que tan directamente se encuentra relacionada con el terrorismo y el crimen organizado, hacen necesaria y urgente una nueva metodología para afrontar estas amenazas, que debe pasar inexorablemente por sumar esfuerzos conjuntos de coordinación y análisis entre los organismos de respuesta ante este nuevo desafío.

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