Los Anticapitalistas marcan un tanto a Pablo: la independencia resta votos

  • Podemos no apoya la independencia unilateral porque saben que no cuenta con el apoyo de la mayoría de los votantes, ni siquiera los suyos, y porque la UE ha dejado clara su postura: no. 

    Para colmo, las redes sociales y los canales de televisión se han mofado de Pep Guardiola, el rostro de la independencia estos días.

Irene Montero y Pablo Iglesias preparan largas intervenciones para presentar mañana su moción de censura contra Rajoy
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EUROPA PRESS
Carlos Salas

En poco tiempo, Podemos ha metido la pata tres veces. Primero, se sumó a las protestas contra las donaciones de Amancio Ortega, el cual deseaba comprar equipos contra el cáncer para la Sanidad Pública. “No me gustan las dinámicas tercermundistas del millonario que regala dinero al sector público", dijo Pablo Iglesias en abril a una revista sanitaria. Luego, representantes de Podemos y de las Mareas han vuelto a criticar hace pocos días al fundador de Zara por repartir 320 millones a la Sanidad Pública.

El tiro les ha salido por la culata porque los propios pacientes enfermos de cáncer han salido en defensa de Amancio Ortega, como Tina Fuertes de la Torre. Quiero vivir. Queremos vivir. Necesitamos tiempo. Dejad que nos ayuden, dijo a El Mundo, esta gaditana.

Y ha lanzado una campaña en change.org contra aquellos que niegan las donaciones de Ortega: alcanzó 10.000 firmas en sólo un día. “No me interesa ninguna idea política, me interesa la vida”, dijo Tina. No hace falta decir que la mayoría de los españoles está con ella.

Por si fuera poco, la facción de Podemos formada por los anticapitalistas de Cataluña se ha rebelado, y dicen que apoyarán el referéndum de independencia. Recordemos que la dirección de Podemos no apoyaba la celebración del referéndum el octubre convocada por Carles Puigdemont, el presidente del gobierno catalán, porque consideraban que era un movimiento unilateral.

Podemos propone negociar con el gobierno central. Se dan cuenta de que el viraje independentista no cuenta con el apoyo de la mayoría de los españoles (incluso de sus votantes), como tampoco de la UE.

Para colmo, las redes sociales y los canales de televisión se han mofado de Pep Guardiola, que se convirtió en la cara visible estos días del llamado a la independencia. Un jugador de fútbol que jugó con la selección española, y que como entrenador del Barça, logró llevar al equipo a su zénit, ahora dice que ha vivido bajo “un estado autoritario”. Ni el izquierdista más radical se traga ese sapo.

Y el tercer gol ya se veía venir. Podemos presentó una moción de censura que va a fracasar. Este martes se debatirá la moción en el Parlamento. Y como mandan las reglas, cuando se pretende destituir al presidente de gobierno, hay que presentar un presidente alternativo. Ese será Pablo Iglesias.

La gente ha visto en sus televisores la noticia con incredulidad. ¿Que Pablo quiere ser presidente? El PSOE ya ha anunciado que no va a apoyar la moción de censura. Da la impresión de que la estrategia de Podemos está tan bien planificada como un partido de fútbol de niños: se improvisa con lo que haya. El juego aún no ha terminado y ya tienen tres goles en contra.

Lo peor es que se asoma el cuarto gol. Este fin de semana se celebra al congreso federal del PSOE. Con el lema, “Somos la izquierda”, Pedro Sánchez está subiendo en las encuestas y está robando votos a Podemos. Se prevé que las tesis de Sánchez triunfen y que salga tan fortalecido que controlará todo el aparato del partido. Entonces, Iglesias tendrá que llamar a la puerta del PSOE si quiere algo. Mendigar. Pero tendrá que hacerlo con humildad, y no con la prepotencia de diciembre de 2015, cuando exigía vicepresidencias, y otros poderes.

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