La polarización política de Iglesias y Rajoy perjudica a PSOE y Ciudadanos

  • La moción puede reforzar al partido en el Gobierno la imagen de un Parlamento dividido en el que el PP tiene más apoyos (o menos enemigos) que la izquierda de Podemos.

    Esta moción le ha servido a Mariano Rajoy para demostrar que sigue controlando la escena política y no hay alternativa al PP.

Euforia en el Gobierno y el PP con el papel de Rajoy porque ha "descolocado" y "desnudado" a Podemos
Euforia en el Gobierno y el PP con el papel de Rajoy porque ha "descolocado" y "desnudado" a Podemos
EUROPA PRESS
José Luis Roig

El día, martes y 13, empieza de lo más caliente, no sólo por el calor ambiental sino también por calor político. Me acerco al Congreso de los Diputados para ver y oír a los protagonistas de la nueva moción de censura. En lo que llevamos de democracia, esta es la tercera vez que un partido pide la confianza de la Cámara para forzar la salida del presidente del Gobierno y elegir un sustituto.

Tampoco en esta ocasión se logrará el objetivo. Podemos se quedará con las ganas de echar a Mariano Rajoy. Y lo que es peor, a Podemos le puede salir el tiro por la culata, ya que, al menos hoy, no ha logrado desgastar tanto al Ejecutivo como pretendía. Más bien puede reforzar al partido en el Gobierno la imagen de un Parlamento dividido en el que el PP tiene más apoyos (o menos enemigos) que la izquierda de Podemos.

Además, en esta ocasión, Rajoy no ha escurrido el bulto y ha dado la cara, y ha debatido durante seis horas con los portavoces de Podemos.

Tanto Irene Montero como Pablo Iglesias dieron estopa dialéctica durante horas a Rajoy, al Gobierno y al Partido Popular. La corrupción, el paro, el amiguismo institucional, Cataluña… Pero han sido unas críticas y unas propuestas que no han logrado que el aspirante Pablo Iglesias Turrión mejorara sus apoyos o su imagen de posible candidato a la presidencia. En su discurso de alternativa, Iglesias no ha sabido demostrar que hoy emergía con él un nuevo estadista capaz de unificar a la izquierda con la idea cautivadora de una nueva España.

Sin embargo, Rajoy ha estado hábil en sus réplicas, esquivando las balas, y aprovechando una vez más la polarización política que en este caso le beneficia a él y a Podemos, y sin duda perjudica a PSOE y a Ciudadanos, que tendrán este miércoles su turno de intervención.

A Pablo Iglesias le han criticado otros portavoces el uso partidista de las instituciones, el malgastar el tiempo y el dinero del Congreso y de los ciudadanos en una moción que nacía fracasada y que sólo pretendía propaganda mediática para él y su partido. Ana Oromas, de Coalición Canaria, le ha acusado a Iglesias de montar esta moción para su lucimiento personal y para convertir la política en espectáculo.

Ahora sólo falta una votación que llegará este miércoles y evidenciara el fracaso de la moción de censura de Podemos, en la que Iglesias Turrión ha sido su máximo exponente, tal como a él le gusta. Tras el fiasco vendrán las interpretaciones.

Una de ellas apunta claramente a que esta moción le ha servido a Mariano Rajoy para demostrar que sigue controlando la escena política y no hay alternativa al PP. Sin embargo, en Podemos piensan que a pesar del “fracaso” previsto valía la pena intentar este desgaste del Gobierno; que algún día recogerán los frutos, y que tampoco es tanto el desgaste político y mediático que puede sufrir Podemos con esta derrota.

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