La coleta de Iglesias, Rosa Parks y los libros del ministro: detalles de la moción

  • La moción de censura de Unidos Podemos contra Rajoy ha dejado varias anécdotas, como el momento en que el hemiciclo se ha paralizado porque Pablo Iglesias se estaba colocando la coleta.

    El Gobierno jugó al despiste con Rajoy, Montero citó a Rosa Parks y a Machado, Méndez de Vigo estuvo leyendo dos libros... Fue la moción del "¡qué vergüenza!"

Irene Montero y Pablo Iglesias preparan largas intervenciones para presentar mañana su moción de censura contra Rajoy
Irene Montero y Pablo Iglesias preparan largas intervenciones para presentar mañana su moción de censura contra Rajoy
EUROPA PRESS
F.H.V.

La moción de censura de Unidos Podemos contra el Gobierno de Rajoy, la tercera de la democracia, ha dejado algunas anécdotas y momentos llamativos, algunos no captados por las cámaras de televisión. Uno de esos instantes tuvo lugar cuando Pablo Iglesias se quito la goma que recoge su pelo para colocarse la coleta. En ese momento los fotógrafos dispararon sus objetivos apuntando al líder de la formación morada y el Congreso se detuvo por unos segundos ante el murmullo existente. La oradora, Irene Montero, interrumpió su discurso y Ana Pastor ordenó silencio. Iglesias se colocó la melena y la moción pudo continuar.

La portavoz de Unidos Podemos citó a Rosa Parks para defender la fracasada moción de censura. Dijo que es un primer paso para, en un futuro, poder echar al PP del Gobierno. También hizo alusión al 'Españolito' de Antonio Machado: "Ya hay un español que quiere, vivir y a vivir empieza, entre una España que muere, y otra España que bosteza". Fue la moción del "¡qué vergüenza!", exclamación vertida por Montero en varios momentos de una intervención que argumentó bien, pero que fue un poco larga para los presentes.

El Gobierno, por su parte, se tomó a risa los ataques recibidos. "Trama", "corruptos", "devolver el dinero robado", politización de la justicia... Ningún ministro se inmutó, pese a que algunas afirmaciones estaban personalizadas en Cospedal, Catalá o Montoro. Llamó la atención ver cómo el ministro portavoz y de Educación sacó dos libros durante el debate que leyó en algún momento. Eran: 'Cervantes y el trasfondo jurídico de El Quijote' y 'Tenemos que hablar de muchas cosas', una recopilación de Miguel Hernández. De hecho el propio Iglesias en su turno le pidió que se los prestara. Pablo también se puso literario y citó a Quevedo. 

Pocos sabían en el Congreso que Rajoy fuera a intervenir, de forma que hubo comentarios de todo tipo cuando se levantó de su escaño para subir a la tribuna. El Presidente del Gobierno se había preparado a conciencia su intervención, pese a que Moncloa jugó al despiste asegurando que los ministros estaban preparados para defender a Rajoy. Pero el jefe del Ejecutivo decidió que debía ser él quien se defendiera de las acusaciones y no sus subalternos.

Leyó un discurso bien hilado, socarrón y que intentó ridiculizar a quienes le querían censurar. Lo tenía todo calculado y quiso que no se filtrara su intervención. "¿Para qué inquietarse con los detalles cuando la única pretensión era dar el espectáculo?", se preguntó. "Para perder cualquier candidato vale, incluso usted, señor Iglesias Turrión", dijo directamente al líder de Podemos.

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