Las 100 frases que Maquiavelo Iglesias quiere seguir para liderar Podemos

Iglesias reivindica su postura sobre Podemos: "Llegamos hasta aquí con un madrileño que defiende el derecho a decidir"
Iglesias reivindica su postura sobre Podemos: "Llegamos hasta aquí con un madrileño que defiende el derecho a decidir"
EUROPA PRESS
M. T.

Pablo Iglesias y Errejón se preguntan, como Maquiavelo, si es mejor ser amado o temido. Iglesias lo tiene claro: temido. Errejón prefiere seducir. Pero como dijo Maquiavelo: "Correspondería ser lo uno y lo otro, pero como resulta difícil combinar ambas cosas, es mucho más seguro ser temido que amado". Iglesias piensa como Maquiavelo. Y no solo en esto.

Como dice Maquiavelo, "los hombres tienen menos cuidado a la hora de ofender a un príncipe que se haga amar que a uno que se haga temer, el temor es un miedo al castigo, y ese miedo nunca desaparece". Que se lo pregunten a los miembros de Podemos, que han tardado segundos a la hora de tomar partido... en favor del líder.

Y sigue el autor de 'El príncipe': "Todo príncipe debe aparentar ser clemente ante sus súbditos sin, necesariamente, serlo; también debe prevenirse contra los usos torcidos de esta clemencia; en ocasiones, la crueldad del príncipe salva el reino mientras que la clemencia puede fomentar sediciones y desprecio hacia el poder".

Por eso afirma Maquiavelo que "un exceso de clemencia, a veces, acarrea más sufrimiento al pueblo y al príncipe que la crueldad desnuda. Por esta razón, cuando se trate de mantener la unidad y lealtad del reino, el príncipe no debe preocuparse por ser tachado de cruel, ya que haciendo un buen uso de la crueldad hacia los líderes sediciosos o los que los apoyan evitará mayores crueldades como son: la continuidad de luchas intestinas, los desórdenes y la rapiña".

Pablo lo tiene claro: "Los príncipes nuevos, por la debilidad de su posición, no pueden escapar a la fama de crueles si quieren conservar sus reinos".

Así, un líder no debe preocuparse de que lo acusen de cruel, siempre y cuando su crueldad tenga por objetivo mantener unidos y fieles a sus súbditos; porque con pocos castigos ejemplares será más clemente que aquellos que por clemencia dejan crecer los desórdenes.... y es sobre todo un líder nuevo el que no debe evitar los actos de crueldad, pues toda dominación, trae consigo infinidad de peligros, entre ellos los enemigos.

Y para rematar, Maquiavelo deja claro que "Como el amar depende de la voluntad de los hombres y el temer de la voluntad del líder, un líder debe apoyarse en lo propio y no en lo ajeno, pero siempre teniendo cuidado de no ganarse el odio".

Y otro mensaje que también debe estar pensando Errejón: "El que ayuda a otro a hacerse poderoso causa su propia ruina; porque es natural que el que se ha vuelto poderoso recele de la misma astucia o de la misma fuerza de quien le ayudó a hacerse poderoso". 

Estas son otras cien frases que seguro que Pablo Iglesias lee en su mesilla... y que Errejón, no debería olvidar.

1- Nada grandioso fue jamás conseguido sin peligro.

2- Todo el mundo ve lo que aparentas ser, pocos experimentan lo que realmente eres.

3- El fin justifica los medios.

4- El que quiere ser obedecido debe saber mandar.

5- Nunca intentes ganar por la fuerza lo que puede ser ganado por la mentira.

6- No estoy interesado en preservar el status quo; quiero derrocarlo.

7- El odio se gana tanto por las buenas obras como por el mal.

8- Es mejor actuar y arrepentirse que no actuar y arrepentirse.

9- La naturaleza crea pocos hombres valientes, la industria y entrenamiento hace muchos.

10- El león no puede protegerse de las trampas y el zorro no puede defenderse de los lobos. Uno debe ser por tanto un zorro para reconocer trampas y león para asustar a los lobos.

11-Cuanta más arena ha escapado del reloj de arena de nuestra vida, más claramente deberíamos ver a través de el.

12- Los hombres van de una ambición a otra: primero, buscan asegurarse contra el ataque y luego, atacan a otros.

13- La política no tiene relación con la moral.

14- Quien desee éxito constante debe cambiar su conducta con los tiempos.

15- Los hombres se conducen principalmente por dos impulsos; o por amor o por miedo.

16- La promesa dada fue una necesidad del pasado; la palabra rota es una necesidad del presente.

17- La habilidad y la constancia son las armas de la debilidad.

18- Dios no quiere hacerlo todo, para no quitaros el libre albedrío y aquella parte de la gloria que os corresponde.

19- No hay nada más importante que aparentar ser religioso.

20- La mejor fortaleza que un príncipe puede poseer es el afecto de su gente.

21- No son los títulos los que honran a los hombres, sino que los hombres honran a los títulos.

22- No hay otra forma que protegerte a ti mismo de la adulación que hacer entender a los demás que decirte la verdad no te ofenderá.

23- Los príncipes y gobiernos son mucho más peligrosos que otros elementos en la sociedad.

24- El vulgo se toma siempre por las apariencias y el mundo se compone fundamentalmente de lo vulgar.

25- Las viejas ofensas no se borran con beneficios nuevos, tanto menos cuanto el beneficio es inferior a la injuria.

26- Es doblemente placentero mentir al impostor.

27- El primer método para estimar la inteligencia de un gobernador es mirar los hombres que tiene a su alrededor.

28- Los hombres rara vez tienen el valor suficiente para ser o extremadamente buenos o extremadamente malos.

29- Ante todo, ármate.

30- Para entender la naturaleza de la gente, uno debe ser un príncipe y para entender la naturaleza del príncipe, uno debe ser la gente.

31- Donde la voluntad es grande, las dificultades no pueden ser grandes.

32- Un príncipe que no es sabio no puede ser bien aconsejado y, por ende, no puede gobernar.

33- Es mejor ser amado que temido, sino puedes ser ambos.

34- Los hombres ofenden antes al que aman que al que temen.

35- Un príncipe nunca carece de razones legítimas para romper sus promesas.

36- Es defecto común de los hombres no preocuparse por la tempestad durante la bonanza.

37- El hombre olvida antes la muerte de su padre que la pérdida de su patrimonio.

38- Los hombres en general juzgan más por las apariencias que por la realidad. Todos los hombres tienen ojos, pero pocos tienen el don de la penetración.

39- La guerra es solo cuando es necesario; las armas son permisibles cuando no hay esperanza excepto en las armas.

40- El vulgo se deja seducir siempre por la apariencia y el éxito.

41- El príncipe prudente debe preferir rodearse de hombres de buen juicio a los que dará la libertad de decirle la verdad.

42- No hay nada más difícil de emprender, ni más dudoso de hacer triunfar, ni más peligroso de administrar que la elaboración de un nuevo orden.

43- Un cambio siempre deja el camino abierto para el establecimiento de otros.

44- Si quien gobierna no reconoce los males hasta que los tiene encima, no es realmente sabio

45- Los hombres intrínsecamente no confían en nuevas cosas que no han experimentado por si mismos.

46- No puede haber grandes dificultades donde abunda la buena voluntad.

47- Los hombres deberían ser tratados generosamente o destruidos, porque pueden vengarse de las lesiones leves, de las fuertes no pueden.

48- Los hombres que no obran bien siempre andan temiendo que otros les respondan con las acciones que las propias suyas se merecen.

49- De los seres humanos en general, se puede decir que son hipócritas y codiciosos.

50- El que engaña encontrará siempre quien se deja engañar.

51- En todas las cosas humanas, cuando se examinan de cerca, se demuestra que no pueden apartarse los obstáculos sin que de ellos surjan otros.

52- Un hombre prudente debe discurrir siempre por las vías trazadas por los grandes hombres e imitar a aquellos que han sobresalido extraordinariamente por encima de los demás, con el fin de que, aunque no se alcance su virtud, algo nos quede, sin embargo, de su aroma.

53- No hay nada más difícil de llevar a cabo, más peligroso de conducir o más incierto en su éxito que llevar la iniciativa en la introducción de un nuevo orden de cosas.

54- No hay guerra que evitar; solo puede ser pospuesta en la ventaja de otros.

55- La tardanza nos roba a menuda la oportunidad y roba nuestras fuerzas.

56- La experiencia siempre ha demostrado que jamás suceden bien las cosas cuando dependen de muchos.

57- La historia es la ciencia de los hombres, de los hombres en el tiempo.

58- Las minorías no tienen sitio cuando la mayoría tiene donde apoyarse.

59- Guerra justa es aquella que es necesaria.

60- Un príncipe que tenga una ciudad fuerte y que no sea odiado por su pueblo no puede ser atacado.

61- Hay tres clases de cerebros: el primero discierne por sí, el segundo entiende lo que los otros disciernen y el tercero no entiende ni discierne lo que los otros disciernen. El primero es excelente, el segundo bueno y el tercero inútil.

62- La sabiduría consiste en saber distinguir la naturaleza del problema y en elegir el mal menor.

63- Cuando veáis al servidor pensar más en sus propios intereses que en los vuestros, y que interiormente busca sus propios beneficios en todas las cosas, ese hombre nunca será un buen sirviente, ni jamás podréis confiar en él.

64- Si una lesión tiene que ser hecha a un hombre, debería ser tan severa que su venganza no necesite ser temida.

65- Es un mal ejemplo no observar una ley, sobre todo por parte del que la ha hecho.

66- Las leyes no deben mirar hacia cosa ya pasada, sino proveer para las futuras.

67- Los odios de los hombres generalmente nacen del temor o de la envidia.

68-El hombre sabio hace a la primera lo que el necio hace a la última.

69- No es preciso que un príncipe posea todas las virtudes citadas, pero es indispensable que aparente poseerlas.

70- Debe estimarse muy poco vivir en una ciudad donde las leyes pueden menos que los hombres.

71- No hay que atacar al poder si no tienes la seguridad de destruirlo.

72- Castigar a uno o dos transgresores para que sirva de ejemplo es más benévolo que ser demasiado compasivo.

73- Porque así como aquellos que dibujan se colocan abajo, en el llano, para considerar la naturaleza de los montes y de los lugares elevados y, para considerar la de los bajos, se colocan en lo alto, sobre los montes, igualmente para conocer bien la naturaleza de los pueblos, es necesario ser príncipe, y para conocer bien la de los príncipes, es necesario ser del pueblo.

74- Los ejércitos mercenarios y los auxiliares son inútiles y peligrosos.

75-Cuando uno ha sido buen amigo, encuentra buenas amistades aun a pesar suyo.

76- Hay tres modos de conservar un Estado que, antes de ser adquirido, estaba acostumbrado a regirse por sus propias leyes y a vivir en libertad: primero, destruirlo., después, radicarse en él; por último, dejarlo regir por sus leyes, obligarlo a pagar un tributo y establecer un gobierno compuesto por un corto número de personas, para que se encargue de velar por la conquista.

77- Creo que el verdadero modo de conocer el camino al paraíso es conocer el que lleva al infierno, para poder evitarlo.

78- Yo no digo nunca lo que creo, ni creo nunca lo que digo, y si se me escapa alguna verdad de vez en cuando, la escondo entre tantas mentiras, que es difícil reconocerla.

79- Es central saber disfrazar bien las cosas y ser maestro en el fingimiento.

80- La naturaleza de los hombres soberbios y viles es mostrarse insolentes en la prosperidad y abyectos y humildes en la adversidad.

81- Una ley no debe nunca conculcar la fe empeñada en los pactos públicos.

82- Pues se engaña quien cree que entre personas eminentes, los beneficios nuevos hacen olvidar las ofensas antiguas.

83- El estar desarmado te hace despreciable, porque entre una persona armada y otra desarmada no hay comparación posible

84- El abrazar a un partido es siempre más conveniente que el permanecer neutral.

85- La primera opinión que se tiene del buen o mal juicio de un príncipe, se funda en base a los hombres que lo rodean.

86- No hay mayor error que decirle a tus hombres que no te ofenden al decirte la verdad; porque resulta que, cuando todos pueden decir la verdad, éstos faltan al respeto.

87- Hace despreciable el ser considerado voluble, frívolo, afeminado, pusilánime e irresoluto, defectos de los cuales debe alejarse como una nave de un escollo.

88- Un príncipe debe temer dos cosas: en el interior, que se le subleven los súbditos; en el exterior, que le ataquen.

89- Los príncipes deben encomendar a los demás las tareas gravosas y reservarse las agradables.

90- Cuando el príncipe no puede evitar ser odiado por una de las dos partes, debe inclinarse hacia el grupo más numeroso, y cuando esto no es posible, inclinarse hacia el más fuerte.

91- Vale más hacer y arrepentirse, que no hacer y arrepentirse.

92- La habilidad y la constancia son las armas de la debilidad.

93- De vez en cuando las palabras deben servir para ocultar los hechos.

94- Los príncipes nuevos, por la debilidad de su posición, no pueden escapar a la fama de crueles si quieren conservar sus reinos.

95- Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos.

96- El que es elegido príncipe con el favor popular debe conservar al pueblo como amigo.

97- El que quiere ser tirano y no mata a Bruto y el que quiere establecer un Estado libre y no mata a los hijos de Bruto, sólo por breve tiempo conservará su obra.

98- Si el partido principal, sea el pueblo, el ejército o la nobleza, que os parece más útil y más conveniente para la conservación de vuestra dignidad está corrompido, debéis seguirle el humor y disculparlo. En tal caso, la honradez y la virtud son perniciosas.

99- Es de gran importancia disfrazar las propias inclinaciones y desempeñar bien el papel del hipócrita.

100- La crueldad está bien usada cuando se la emplea una sola vez por la necesidad de afianzar el poder y después no se repite.

Mostrar comentarios