Las cinco vías que tiene el PSOE para abstenerse y dar el Gobierno al PP

  • La gestora del PSOE debate cómo facilitar el Gobierno de Rajoy en la próxima sesión de investidura para evitar las terceras elecciones. Cinco vías están sobre la mesa.

    La opción de la abstención por razones de conciencia de un grupo de diputados socialistas cobra fuerza. Se habla también de 11 ausencias en el último minuto.

Susana Díaz reivindica la figura de Blas Infante con un llamamiento a la reforma del estado autonómico
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EUROPA PRESS

La abstención del PSOE ya está decidida por la Gestora que lidera Javier Fernández y que controla Susana Díaz. La actual cúpula socialista ha acordado facilitar en la última semana de octubre la investidura de Rajoy para evitar las terceras elecciones y ahora la cuestión se encuentra en cómo se tiene que hacer todo para causar el menor daño posible al partido. Encima de la mesa de Ferraz hay cinco opciones posibles:1. Que el Comité Federal imponga la abstención en bloque

Es la opción más remota ya que la Gestora sabe que una decisión así provocaría una herida mucho más honda entre militancia y élites socialistas. Además, resultaría muy difícil explicar un cambio de postura tan radical en cuestión de meses: del "no es no" que se impuso a Sánchez a la abstención.

Imponer esta posibilidad provocaría también que el Grupo Parlamentario Socialista se rompiera en dos, con un PSOE fiel que votaría lo que saliera del Comité Federal y un nutrido grupo de diputados, entre los que estaría Susana Sumelzo o los siete catalanes, que romperían la disciplina de voto votando no.

Exigir la abstención está prácticamente descartado.2. La abstención en conciencia

Es una posibilidad que está cobrando fuerza en el socialismo en las últimas horas. El diputado guipuzcoano Odón Elorza ha hablado de ella. Consistiría en que un grupo de diputados votara abstención y justificara su decisión por razones de conciencia. La posibilidad está recogida en la Constitución y en el reglamento del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso.

La Carta Magna recoge en su artículo 67 que "los miembros de las Cortes Generales no estarán ligados por mandato imperativo" y el 79 dice que "el voto de senadores y diputados es personal e indelegable".

Por otra parte, la citada normativa del PSOE especifica en su artículo 33 que "el Comité Director podrá sancionar la emisión del voto contrario a la orientación acordada por el Grupo, cuando ésta se haya realizado de forma voluntaria y haya sido manifestada explícitamente, sin perjuicio del mecanismo disciplinario previsto en los Estatutos Federales del PSOE".

Y añade: "El Pleno del Grupo Parlamentario podrá excepcionalmente acordar la libertad de voto por razones de conciencia, una vez oídas las razones del parlamentario o parlamentarios solicitantes (...) El Comité Director notificará, mediante resolución motivada, la sanción a los interesados, quienes en el plazo de siete días, deberán hacer efectiva la misma o recurrir ante el Comité Permanente. El acuerdo de éste resolviendo el recurso, se tomará en equidad y se notificará al interesado y a la Comisión Ejecutiva federal, en caso de que fuese confirmatorio, para que proceda a hacer efectiva la sanción". Los diputados socialistas, por tanto, pueden abstenerse y razonar que han votado "en conciencia". Incluso, podrían librarse de una posible sanción.

Existen varios casos de diputados que han votado en conciencia contradiciendo incluso la disciplina de su grupo parlamentario. Celia Villalobos, del PP, votó en 2005 a favor de la ley del matrimonio homosexual a la que su partido se opuso. Dos años antes, en 2003, el Congreso votó la polémica decisión de ir a la guerra de Irak. Muchos pidieron que el voto fuera secreto pensando que habría algún díscolo popular. No los hubo en la votación, pero sí hubo una víctima día antes. El diputado Luis Acín renunció a su escaño y se dio de baja del partido por no estar de acuerdo con la decisión del gobierno de Aznar. Otro de los casos más sonados en las filas del PP fue el del histórico dirigente y exalcalde de León Juan Morano Masa, que en el pleno del Senado rechazó votar a favor del recorte a las ayudas a la minería. "He obrado con arreglo a mi conciencia y defendiendo aquello en lo que creo", dijo.

En el caso del PSOE también se han dado bastantes casos de diputados díscolos. Entre los nombres más importantes se encuentra Carme Chacón, que en 2013 fue sancionada por la dirección del Grupo Socialista por no respetar la disciplina de voto en el debate de dos iniciativas de CiU e ICV sobre el derecho a decidir. Los diputados del PSC votaron a favor y los del PSOE, en contra. Ella se ausentó de la votación.

Antonio Gutiérrez, exsecretario general de CCOO no votó a favor de la reforma laboral de Zapatero en 2010. Simplemente se abstuvo rompiendo de nuevo la disciplina de partido. En 2014 al menos dos diputados, entre ellos el miembro de Izquierda Socialista Manuel de la Rocha (que llegó a ser secretario de Economía de Ferraz), solicitaron a la dirección libertad de voto en una moción para celebrar un referéndum sobre Monarquía o República, pero la dirección pidió que se respetara la disciplina en este "tema de Estado" .

En la proclamación de Felipe VI pasó lo mismo. En esa votación sí hubo disidencias: el diputado vasco Odón Elorza decidió abstenerse, mientras que otros dos socialistas (el balear Guillem García Gasulla y la gallega Paloma Rodríguez) optaron por no participar en la votación de la ley que dio luz verde a su proclamación.3. Once ausencias

Existe también la posibilidad de que once diputados del PSOE se ausenten del pleno del Congreso en el momento de la segunda votación de investidura de Rajoy. Podrían irse al baño, salirse al pasillo, irse a casa... Cualquiera de estas opciones permitiría al líder del PP ser investido.

Esta fórmula permitiría que el resto de la bancada del PSOE votará en contra. Sería necesaria, eso sí, una coordinación de once parlamentarios para que, sumados a los (previsibles) 32 síes de Ciudadanos a Rajoy, lograrían superar la negativa del resto de formaciones de la oposición.4. Once abstenciones ¿de andaluces?

Otra opción sería la abstención de un grupo de diputados. Tendrían que ser una serie de elegidos muy fieles a la Gestora, capaces de sacrificarse con una postura que, seguramente, les pasará factura en sus respectivas provincias. 

Una posibilidad de la que se habla en el PSOE es la de que esa abstención la asuman once diputados de una federación potente. Y la única que dispone de más de ese número de parlamentarios es Andalucía, con 18. La fórmula consistiría en que once diputados andaluces se abstuvieran y el resto de diputados socialistas, 74, votarían en contra.5. Libertad de voto para evitar las terceras elecciones

La ultima opción, que algunos en el PSOE ven como la menos conflictiva, es que del Comité Federal salga una posición genérica en la que solo se inste a sus 85 diputados a evitar las terceras elecciones. Los parlamentarios tendrían libertad de voto y, previsiblemente, un grupo de ellos optaría por la abstención para no sufrir un varapalo aún mayor en las urnas.

La solución, en cualquier caso, no es fácil y pase lo que pase va a ser traumática para el PSOE. Ya hay agrupaciones socialistas donde se están produciendo intensos debates entre militantes y dirigentes. A ello hay que sumar la recogida de firmas promovida por el alcalde de Jun para forzar un Congreso federal inmediato. Se avecina, en definitiva, una tormenta de consecuencias inciertas para el socialismo.¿Cómo gobernaron Felipe, Aznar y Zapatero con menos escaños?

Gobernar sin mayoría absoluta es posible. Lo demostraron Felipe González en 1989, José María Aznar en 1996 y José Luis Rodríguez Zapatero en 2008.

González, con 159 escaños -10 menos que los que suman ahora PP y Ciudadanos juntos-, estaba muy lejos de la mayoría absoluta. Podría haber echado mano de los Izquierda Unida, que con sus 14 escaños le hubieran dado la mayoría absoluta (176), pero prefirió tender la mano a la derecha nacionalista del Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Convergència i Unió (CiU), como también haría más adelante Aznar.Felipe González, sin que su partido lograse la mayoría, consiguió gobernar durante dos años y nueve meses, hasta marzo de 1996, fecha en la que José María Aznar consiguió su primera victoria electoral (156 escaños) y logró ser investido con el respaldo de CiU (16 escaños), PNV (5) y los 4 de Coalición Canaria. En total, 181 diputados respaldaron apoyaron a Aznar que consiguió 1.470 días, casi cuatro años.Mientras, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero consiguió gobernar durante dos legislatura sin lograr la mayoría absoluta en las urnas. En su primera legislatura, Zapatero, que sólo consiguió 148 en las elecciones, logró el respaldo para ser investido de los cinco diputados de IU, los dos del Bloque Nacionalista Galego (BNG), los 8 de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), los tres de CC y uno de la Chunta. Además, consiguió que los representantes de CiU, PNV, Eusko Alkartasuna (EA) y Nafarroa Bai se abstuviesen.Nuevamente, cuatro años más tarde, Zapatero consiguió ser investido gracias al apoyo de 168 diputados socialistas -uno se ausentó- y 23 abstenciones (BNG, IU, PNV, NB, CC y CiU).Muchos años antes, Adolfo Suárez (UCD), lograba ser investido gracias al apoyo de su grupo (168 escaños), 8 de los nueve diputados del PP, uno de Unión del Pueblo Navarro (UPN), uno del Partido Aragonés Regionalista (PAR) y 5 del Partido Andalucista (PA), además de la abstención -no necesaria- de CiU.

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