En Podemos lo peor está aún por venir

  • Recopilamos un par de datos para entender mejor los congresos de Podemos y del PP. La banda sonora del PP no se sale del compás de gavilán o paloma, los Pimpinela boys de Podemos llevan meses calentando Vistalegre.

    Si fuera por los rancios del PP esto sería tan áspero como un velatorio: Las peleas de los populares son con guantes de latex y de puertas adentro, cotilleos de cuarto de baño, navajeo con sonrisa postiza...

Iglesias y Errejón apuran las últimas horas de la tensa campaña previa a Vistalegre II con más avisos y acusaciones
Iglesias y Errejón apuran las últimas horas de la tensa campaña previa a Vistalegre II con más avisos y acusaciones
EUROPA PRESS
José Luis Roig

Menos mal que los de Podemos se han empeñado en darle un poco de vida y de alegría al fin de semana congresual. Si fuera por los rancios del PP esto sería tan áspero como un velatorio. Los congresos de los partidos políticos son una manera de mirarse el ombligo y de repartir el poder. En la derecha el poder se llama Rajoy y nadie se lo discute porque el Moisés gallego ha sabido llevar al partido a la tierra prometida.

Las peleas de los populares son con guantes de látex y de puertas adentro, cotilleos de cuarto de baño, navajeo con sonrisa postiza entre ministros y ministras. La banda sonora del PP no se sale del compás de gavilán o paloma, charrán o gaviota. Para los blue la vida es bella si Mariano está en ella,  sobre todo viendo cómo están los demás.

Los Pimpinela boys de Podemos llevan meses calentando Vistalegre. Dónde está nuestro error sin solución. Fuiste tú el culpable o lo fui yo. Ni tú ni nadie, nadie, puede cambiarme. Lo que veremos este fin de semana en su congreso con toques cainitas pasará a los anales de las guerras por el poder.

Los politólogos dicen que la lucha entre Errejón e Iglesias es más estratégica que ideológica. No pelean por qué política hacer, sino por cómo hacerla. Creo que sólo falta añadir que también riñen por el quién, quién debe hacerla. Iglesias ha dicho que él o nada. Que si no gana, da la espantada. Yo o el caos. El chantaje emocional del líder siempre es una estrategia que funciona, el miedo supera casi siempre a la ilusión.  Íñigo Errejón empezó a retar a Pablo Iglesias cuando se percató de que éste estaba dispuesto a desplumarle de su poder y sus cargos tras el congreso de Vistalegre. Le llegó a sus oídos que Iglesias pensaba que aglutinaba demasiado poder dentro de Podemos.

La ruptura del tándem feliz no viene sólo marcada por la arrogancia y desconfianza de Iglesias. La verdad ha trascendido. La ambición de los amigos del “novio” también ha sembrado de cizaña la relación. Pablo Echenique, Irene Montero y Rafa Mayoral le han calentado la cabeza a Iglesias con los peligros e intenciones de Errejón. “Mientras tú estabas defendiendo a Podemos en Europa, él estaba organizando el partido en Madrid a su imagen y semejanza, montándolo a su gusto y para su control. Íñigo Errejón tiene demasiado poder y eso no te conviene, Pablo”.

El argumento de la guardia pretoriana para calentarle los cascos al líder, ha servido también para pedir la cabeza del enemigo en bandeja. Pero en el fondo late más una cuestión de codicia. Tanto Echenique –el más peligroso de los áulicos-, Mayoral o Montero, quieren ser el nº 2, y para ello hay que acabar con el listo de Errejón.

Todo esto sucede porque Podemos es un partido joven, sin la agudeza y la sagacidad que dan los años de experiencia. En el PSOE hay desgarros y peleas de poder, pero las estructuras y zorrerías de un partido centenario impiden que se parta en dos, al menos de momento. Veremos que sucede estos días en Vistalegre. Lo que queda claro es que en Podemos ya no hay sitio para todos. Pablo o Íñigo, uno de los dos, caerá en desgracia cuando las bases hablen.

¿Hay vida más allá de Vistalegre? ¿Montará otro partido Errejón? ¿Se irá de verdad Iglesias si pierde? ¿Conseguirán Echenique y Monedero destruir todo lo que tocan? A pesar de lo visto hasta ahora, en Podemos lo peor está aún por venir. 

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