Rajoy confesó a Iglesias que el Ibex 35 presionó para que no gobernara ninguno de los dos

Mariano Rajoy estuvo cerca de no ser presidente del Gobierno. Hubo serias posibilidades de que el líder del PP fuera apartado. Todo ocurrió entre los meses de enero y febrero de este año, un periodo en el que Rajoy fue más débil que nunca.

En esos meses, la situación era muy convulsa: el PP había ganado las elecciones con 63 escaños menos y Podemos había irrumpido con fuerza en el Congreso. Se produjeron entonces movimientos encaminados a que el presidente del Gobierno fuera Pedro Sánchez apoyado por Albert Rivera.

Todos estos movimientos llegaron a oídos de Rajoy. El entonces presidente del Gobierno en funciones había visto a Pedro Sánchez en diciembre, apenas una semana después del 20D, y la noticia fue que el líder socialista ni siquiera se había querido tomar un café con él. "No es no", enarboló el secretario general del PSOE.

El 28 de diciembre, en Moncloa, Rajoy recibió a Pablo Iglesias. Era la segunda vez que se veían en privado. La reunión entre ambos, que duró el doble que la que mantuvo con Sánchez, dio para mucho.

Allí Rajoy le hizo una confesión a Iglesias: los llamados "poderes fácticos" estaban maniobrando para que se formar un Gobierno PSOE-Ciudadanos que fuera facilitado por una abstención del PP. Las cuentas salían. Pero para ello había que apartar a Rajoy.

Según las palabras de Rajoy a Iglesias, el líder del PP estaba recibiendo presiones para que diera un paso a un lado y dejara que un nuevo líder facilitara un Ejecutivo de Sánchez y Rivera. Es decir, Rajoy debía marcharse.

Hay quien cuenta, incluso, que un emisario del Ibex 35 se presentó en Moncloa para pedirle a Rajoy que se sacrificara políticamente, por el bien de España.

Lo relatado en esta información lo ha contado Pablo Iglesias. El líder de Podemos salió de esa cita sorprendido. A Rajoy el líder de Podemos, o "el coletas", siempre le ha parecido una persona interesante. Si es capaz de conseguir 5 millones de votos es por algo. Se nota desde la tribuna de oradores del Congreso que le profesa cierta admiración.

Fueron tiempos en los que Rajoy lo pasó mal. Se hablaba de la operación Menina o de Cristina Cifuentes como sucesora. Pero el líder del PP aguantó impasible. 

En realidad, estos fueron los mayores temores de Rajoy. El líder del PP veían prácticamente imposible que el PSOE aceptara un Gobierno con Podemos y formaciones independentistas. Por eso, cuando Pablo Iglesias propuso quedarse con el CNI, el CIS y RTVE en Moncloa respiraron más tranquilos aún. Era una oferta que los socialistas nunca asumirían.

En definitiva, a Rajoy le dio más miedo un Gobierno de Sánchez con Rivera que un Ejecutivo de Sánchez con Iglesias. Como ha quedado demostrado, Rajoy es imbatible en resistencia. Y el que resiste gana.