Rajoy está "tranquilo". Así resumen en el PP el estado en el que afronta el Presidente del Gobierno su comparecencia en el pleno extraordinario de este miércoles en el Congreso para conocer su papel en el caso Gürtel. En Moncloa llevan varios días preparando un discurso que, según vaticinan, no contendrá grandes novedades y que se limitará a recordar lo que han afirmado los populares en repetidas ocasiones: se trata de un caso de otra etapa y que no afecta al actual Ejecutivo.
En el pleno de este miércoles, Rajoy no aspira a ofrecer confesiones sorprendentes o revelaciones no conocidas, como ha pedido el PSOE. Fuentes populares afirman que el argumento que emplee desde la tribuna se centrará en repetir lo que ya dijo en el juicio del caso, cuando declaró como testigo el pasado 26 de julio: "Jamás" cobró sobresueldos, los papales de Bárcenas son "absolutamente falsos", no sabe "nada" de las cuentas en Suiza del extesorero... y un largo etcétera de argumentos que ha preparado, pero que no son nuevos.
En el PP sí ha sentado mal que Rajoy tenga que acudir a un pleno extraordinario en el Congreso cuando hace apenas un mes visitaba la Audiencia Nacional por el mismo motivo y cuando hay abierta una comisión de investigación en la Cámara Baja donde se está abordando la supuesta financiación del partido. Aseguran que su presencia en el hemiciclo por este asunto es algo "absurdo" y hablan de un intento continuo de desgastar la imagen del jefe del Ejecutivo.
El propio portavoz adjunto del PP en el Congreso, José Antonio Bermúdez de Castro, consideró este martes "tan inútil como innecesaria" la comparecencia de Rajoy. Afirmó que resulta "incomprensible" que la oposición "obligue" al jefe del Ejecutivo a que comparezca para un tema sobre el que ya ha contestado "en más de cien ocasiones" y, a su juicio, se ha demostrado que "Rajoy ni tenía nada que ver ni tiene ninguna responsabilidad". Añadió que se trata de un "juicio político" con las conclusiones "ya redactadas".
En el PP existe una cierta sensación de "hastío" sobre un asunto, como es la Gürtel y Bárcenas, por el que Rajoy ya ha tenido que subir a la tribuna. Ocurrió el 1 de agosto de 2013 cuando llegó a afirmar en el Senado: "Me equivoqué al confiar en Bárcenas, pero no voy a dimitir, no me voy a declarar culpable". Entonces el líder del PSOE era Alfredo Pérez Rubalcaba y Podemos y Ciudadanos no tenían representación parlamentaria.
La comparecencia de este miércoles de Rajoy podría no ser la última en sede parlamentaria por el caso Gürtel. Todavía está pendiente de cerrar si el Presidente del Gobierno es citado como compareciente en la comisión de investigación de la supuesta caja B del PP. Los populares intentarán evitar una nueva cita de este tipo, pero para ello necesitan la complicidad de Ciudadanos (que se abstuvo en la votación sobre la comparecencia en el pleno) y el PNV.
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