Acercamiento de etarras y más excarcelaciones: la política de Podemos en el País Vasco

    • El partido estará liderado en la comunidad por Roberto Uriarte, de la candidatura Euskal Hiria, vencedor en el proceso de primarias.
    • En su borrador de programa critica "eluso excesivo de la prisión provisional, las limitaciones en el acceso a permisos y las medidas contra el entorno social del terrorismo".
Roberto Uriarte, nuevo secretario general de Podemos en el País Vasco
Roberto Uriarte, nuevo secretario general de Podemos en el País Vasco

Podemos cuenta ya con los líderes que dirigirán el futuro del partido a nivel autonómico. Sus "barones" regionales, elegidos a través de un proceso de primarias abierto a todos los inscritos del partido en cada territorio, serán ahora los encargados de diseñar el proyecto político en cada comunidad y afianzar las posibilidades electorales del partido.

En el País Vasco- comunidad en la que Podemos se situaría a apenas un escaño del PNV, según el último Euskobarómetro-este proceso estará pilotado por la candidatura Euskal Hiria, encabezada por Roberto Uriarte. Profesor de Derecho Constitucional de la UPV, Uriarte se proclamaba vencedor en estas primarias con el respaldo de 968 votantes frente a los 849 de la candidatura liderada por Iratxe Osinaga y los 779 de Luis Ángel Sánchez de Lachina, quien durante este tiempo había sonado como favorito.

Al contrario de lo que ocurrió en otros territorios, la dirección de Podemos no presentó aquí ninguna candidatura "oficialista". No obstante, Uriarte sí fue considerado el candidato más próximo a la línea de Iglesias y mantiene buena sintonía con el "núcleo duro" del partido. Sólo unos días antes de que se cerrasen las votaciones, el ahora secretario general en el País Vasco recibió el espaldarazo definitivo, después de que el número tres de Podemos, Juan Carlos Monedero, le entrevistase para el programaLa Tuerka,el espacio de debate en el que participan varios miembros del partido.

En sintonía con el discurso nacional de Podemos, el borrador de principios organizativos y programáticos presentado junto a su candidatura-y que ahora habrá de completarse con vistas electorales-expresa con firmeza la intención de romper con el sistema institucional existente en el País Vasco. Pero aborda también las problemáticas que pueden resultar más específicas a la región, como la cuestión territorial o la violencia terrorista.

Las referencias de los dirigentes de Podemos al terrorismo han sido escasas, pero no por ello menos polémicas. De hecho, en el programa con el que el partido concurrió a las elecciones europeas, se defendía el "fin de las políticas antiterroristas y de seguridad ciudadana que vulneren la libertad de expresión, los derechos de asociación, de manifestación y de protesta, y las garantías procesales que deben asegurarse para todas las personas". Iglesias provocó airadas críticas cuando, en un desayuno informativo, declaró que el terrorismo había causado "dolor", pero, a su entender, tenía también "explicaciones políticas".

En línea con la ortodoxia del partido, el proyecto del nuevo secretario general de Podemos en el País Vasco insiste también en la oposición a la política antiterrorista hasta ahora ejercida. "El final de la lucha armada de ETA ha significado el reconocimiento de que esa no es la vía para avanzar en la construcción de una sociedad vasca más justa, libre y democrática, dejando por contra una ciudadanía fracturada y menos cohesionada en valores esenciales", afirman en el germen de su programa, en el que acusan al Estado de haber respondido a la violencia con la vulneración de derechos humanos. "En ejercicio de su respuesta han cometido directa o indirectamente vulneraciones-ñasesinatos, torturas, detenciones, etc­.de derechos humanos en el ámbito policial y también judicial y penitenciario. Tales hechos no se ha debido a un estado de necesidad generador inevitable de esa respuesta, sino a una libre decisión dirigida a buscar eficacia política", afirman.

Bajo el epígrafe "Sistema penal y construcción de la paz en Euskadi tras el fin del terrorismo: la postura de Podemos desde la defensa radical de los derechos humanos", insisten también en que "la decisión de ETA a favor de la violencia tiene ciertamente como causa la motivación política" que matizan, no resulta justificable.

En su opinión, en cambio, tres años después del cese de la violencia terrorista, las expectativas de "mejora de la convivencia en términos de garantías democráticas" que se generó entonces ha dado paso a cierto "escepticismo" en la sociedad vasca. Desde Euskal Hiria asocian esta relativa decepción a que la "normalización de la respuesta penal al terrorismo" no se haya producido.

Así, denuncian, por ejemplo, que en el marco excepcional de la violencia terrorista en el País Vasco, hayan tenido cabida algunas medidas enmarcadas "en la llamada guerra contra el terrorismo". Esto es, consideran, "el uso excesivo de la prisión provisional, las limitaciones en el acceso a permisos, clasificación penitenciaria en tercer grado y libertad condicional, la aplicación retroactiva de interpretaciones de la ley restrictivas de derechos, la misma calificación como terroristas de opiniones vertidas en medios de comunicación, las medidas dirigidas contra el "entorno social del terrorismo" que han pretendido criminalizar formas pacíficas de disidencia".

"A esa misma lógica responde la relativización o supresión de garantías, cuyo máximos exponentes acaso hayan sido los cierres de los diarios Egin y Egunkaria, así como el régimen de incomunicación, la práctica de la tortura y la falta de investigación efectiva de sus denuncias", destacan.

En este punto, inciden en que Podemos se colocará "junto a quienes reivindican la lógica civil" y desgranan algunas de las bases de su política en materia terrorista: acercamiento de presos, necesario, consideran para "minimizar el efecto negativo" de la privación de libertad de los etarras sobre sus posibilidades de socialización y sus familiares y amigos "que no son justificables de ningún modo", afirman. "Si la dispersión, como parece, no ha contribuido significativamente a erosionar la disciplina del grupo, llegando incluso a reforzarla, el acercamiento a Euskadi, y su concentración en determinados lugares, puede favorecer un debate y una interlocución que facilite el proceso de paz y normalización tanto dentro como fuera de las prisiones", defienden.

En segundo lugar, proponen que la Audiencia Nacional deje de ser competente para investigar y juzgar los casos de terrorismo, como ha venido siéndolo desde las últimas décadas, de forma que la vigilancia penitenciaria, enjuiciamiento e instrucción de los delitos de terrorismo sea devuelta a la judicatura vasca. "Su centralización en la Audiencia Nacional representó en su día una expresión de la excepcionalidad, cuya reversión resulta hoy tan oportuna como factible", consideran.

En tercer lugar, abordan también la excarcelación, no sin polémica, defendiendo que "con las cautelas necesarias" habrá de facilitarse en caso de terroristas con enfermedades graves e incurables, "sin exigir para ello, porque no lo exige la ley, que el desenlace de esa enfermedad sea más o menos inminente".

Igualmente, inciden en que la clasificación penitenciaria de cada uno de los presos se determine de forma individualizada de acuerdo "a sus posibilidades de llevar una vida en libertad sin delinquir, de manera que puedan acceder a un régimen de vida que resulte más indicado, en cada caso, para favorecer sus itinerarios de inserción social, laboral y familiar".

Tras exponer estas medidas, desde Euskal Hiria critican también el "inmovilismo" del Estado ante un escenario posible de disolución de la banda, "el Estado parece haber optado por no moverse, a la espera de que el problema se resuelva por sí mismo después de que las condiciones para la paz, como se ha visto, se hayan ido rebajando hasta el punto de no ser siquiera paz por presos, sino paz por legalización política de la izquierda abertzale", afirman.

Ante este escenario, afirman, la banda "se plantea si efectivamente su disolución puede dar lugar a una cierta flexibilidad en las medidas de política penitenciaria, o si por el contrario el gobierno se va a sentir todavía más fuerte para extremar esas medidas excepcionales represivas respecto de sus presos, la gran mayoría de los cuales ven en la actitud del gobierno la confirmación de esta última postura".Derecho de autodeterminación y revisión de las relaciones con Navarra

El rediseño de la política contra el terrorismo que plantean desde Euskal Hiria no es el único punto "sensible" del documento. Si bien insisten en que la "cuestión nacional" no es prioritaria para Podemos, "como puede serlo en la de un partido nacionalista", recuerdan también que, en línea con la postura oficial, el partido defiende "el derecho de autodeterminación", que habrá de ser validado en referéndum "con amplios consensos".


Así, destacan que si bien la Comunidad Autónoma vasca "posee importantes competencias y tiene un sistema específico y relativamente eficiente de financiación en relación a otras autonomías", "el actual status político no es percibido como suficiente por importantes capas de la población. También es motivo de insatisfacción para muchas personas la inexistencia de vínculo alguno con Navarra".


La propuesta de Euskal Hiria pasa por la apertura de un proceso de reforma constitucional, que reconozca ese derecho y "la transformación del Estado español en una República federal, dentro de la cual se podría conformar un Estado vasco con amplios con amplios poderes y también amplios lazos de solidaridad con los otros Estados federados".
En esta propuesta, se incluiría también a la Comunidad Foral de Navarra, a la que consideran "histórica y culturalmente el corazón de Euskal Herria". Las relaciones que se establezcan entre ambas comunidades, matizan, habrán de ser no obstante decididas por los navarros.

Mostrar comentarios