Entidades piden al Ayuntamiento una calle para Guillem Agulló en memoria de las víctimas de crímenes de odio

El secretario de ACPV, Toni Gisbert, ha señalado la necesidad de "reparar la justicia" sobre Agulló y todas las víctimas de crímenes de odio frente a la "impunidad de las agresiones de la violencia fascista" que ha sufrido esta ciudad "por razones de odio a ideologías, religiones u opciones sexuales".

Ante esta situación, ha hecho un llamamiento a las instituciones para que lancen un mensaje "claro" que muestre que están "al lado de las víctimas del odio y a favor del respeto, la igualdad, la pluralidad y la diversidad". En el contexto europeo actual de "emergencia", ha advertido, "algunos movimientos sociales y políticos de extrema derecha pretenden volver a poner en cuestión ese mensaje de diversidad, pluralidad y respeto".

Gisbert ha confiado en que todos los concejales del Ayuntamiento de Valencia "sin excepción" apoyen dedicar una calle a Guillem Agulló, "con independencia de su color o partido político". De hecho, se trata de una iniciativa que ya se ha llevado a cabo en Barcelona, donde ya tiene una calle y en Madrid, donde se ha puesto el nombre de otra "víctima de crímenes de odio", Carlos Palomino, a una vía.

Así, ha emplazado a los ediles valencianos a hacer suya esta propuesta. "No debería politizarse esto ni jugar con el dolor de las víctimas de crímenes de odio y tendría que haber un pronunciamiento unánime en contra de la violencia. No entenderíamos que un concejal o partido con representación municipal no condenara la violencia de manera explícita y no se sumara con su voto positivo a esta propuesta", ha avisado.

El presidente de Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, por su parte, ha recordado las palabras del Premio Nobel de la paz y sobreviviente de Auschwitz, Elie Wiesel, en las que manifestaba que "sin memoria perdemos la humanidad". Para el activista, reclamar una calle para Guillem Agulló es "recuperar la humanidad", ya que si las víctimas son las grandes olvidadas, las víctimas de crímenes de odio "no han existido hasta hoy".

Ibarra ha identificado más de 90 personas asesinadas en todo el estado español desde principios de los años 90 por crímenes de odio, --Guillem Agulló una de las primeras--, pero "ha habido miles de personas que han sufrido este horror y se está sufriendo en estos momentos en toda Europa", ha alertado.

Para el activista, "poner la calle no es solo el deber de memoria sino iniciar un camino que va a ser estimulador en todas las ciudades de este país de manera que las víctimas vuelvan a estar presentes en nuestro espíritu y en nuestros corazones".

"Pedimos memoria, justicia y reparación y el paso de crear la calle de Guillem Agulló va a ser una reparación, una respuesta a su familia, amigos, al propio Guillem y al conjunto de las víctimas", ha reivindicado.

Este camino de reparación, ha apuntado, "tiene que culminar en una legislación que proteja a las víctimas que proteja a sus familiares y cumpla con el deber de memoria, eso tiene un nombre: Ley Integral contra los Delitos de Odio", ha reclamado. Ibarra ha pedido a las instituciones que "observen, monitoricen y persigan los casos porque de repente aparece una persona sin hogar quemada viva y tenemos que sospechar que puede ser víctima de crimen de odio".

GUILLEM AGULLÓ, ASESINADO A LOS 18 AÑOS

Han pasado 23 años desde que el joven valenciano de 18 años Guillem Agulló fue asesinado por un grupo de nazis en Montanejos de una cuchillada al corazón. "Era un joven con inquietudes sociales y políticas" que lo llevaron a formar parte de la organización de jóvenes independentistas Maulets y del colectivo antirracista SHARP, han recordado, en un comunicado, las entidades que piden una calle con su nombre.

La noche del 11 de abril, detallan, Guillem se encontraba en Montanejos con un grupo de amigos pasando las vacaciones de Pascua cuando un grupo de nazis de Valencia se dirigió a él. Entre tres personas, lo sujetaron para que Pedro Cuevas le asestara una cuchillada mortal al corazón. Después marcharon llamando "Arriba España".

El asesinato produjo una oleada de justa indignación, que se tradujo en movilizaciones, manifestaciones de denuncia y todo tipo de actos. Además, se constituyó una acusación popular formada por varios colectivos y organizaciones que se personaron en la causa.

El año 2005, la Guardia Civil desarticuló una organización nazi en la Comunitat Valenciana, el Frente Antisistema (FAS), que se dedicaba, según la nota de la Benemérita, a vender armas prohibidas y organizar "cacerías" contra inmigrantes y militantes de izquierdas.

La llamada 'operación Panzer' permitió detener 27 personas, entre ellas, el asesino de Guillem Agulló. Es por eso que distintas organizaciones decidieron dar un paso adelante y formaron la plataforma Acción Popular contra la Impunidad, que reúne más de 30 organizaciones sociales, culturales, políticas y sindicales.

La plataforma hizo llegar al Congreso español y a la Comisión Europea sus denuncias sobre los "ataques impunes" de la extrema derecha, entre los cuales se cuentan más de una veintena de atentados con explosivos contra ONG y suyos políticas, agresiones contra inmigrantes, mezquitas, y boicots habituales de grupos ultras contra actas de asociaciones culturales.