Ian Gibson y Mirta Núñez participan en el homenaje y entrega de restos de diez represaliados de Valdenoceda (Burgos)

Ian Gibson y Mirta Núñez participan en el homenaje y entrega de restos de diez represaliados de Valdenoceda (Burgos)
Ian Gibson y Mirta Núñez participan en el homenaje y entrega de restos de diez represaliados de Valdenoceda (Burgos)
EUROPA PRESS
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El acto, organizado por la Asociación de Familias de Represaliados en Valdenoceda, consistirá en la entrega a las familias de los restos exhumados e identificados de diez represaliados en el penal de Valdenoceda entre los años 1938 y 1943.

En concreto, se trata de Plácido Cabrera Fuentes, natural y vecino de Valdepeñas de Jaén (Jaén), muerto el 16 de enero de 1942; Juan Pedro Aliaga Sánchez Rey, natural y vecino de Argamasilla de Alba (Ciudad Real) y fallecido el 18 de mayo de 1941; Antonio Abad Vara, natural y vecino de Getafe (Madrid) muerto el 4 de septiembre de 1942; Teodoro Pérez Martín, natural de Miraflores de la Sierra (Madrid) y desaparecido el 18 de octubre de 1941, y Dimas Almendros García, de Corral de Almaguer (Toledo), que residía en Piedrabuena (Ciudad Real) y que murió el 24 de octubre de 1941.

A ellos se suman Anastasio del Barrio Herrero, de El Cubillo (Segovia) y residente en Villamayor de Calatrava (Ciudad Real), que murió el 27 de marzo de 1941; Eloy Sánchez Martínez, natural de Masegoso (Albacete), que vivía en Socuéllamos (Ciudad Real) y murió el 8 de abril de 1941; José Estero Navarro, natural de Villanueva de la Fuente (Ciudad Real) y vecino de Socuéllamos, fallecido el 5 de abril de 1941; Modesto Flores Jiménez, natural y vecino de Daimiel (Ciudad Real) y muerto el 31 de marzo de 1941, y Valentín Villanueva García, natural y vecino de Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real) y muerto el 18 de febrero de 1943.

Estos presos formaban parte de los 154 que murieron en el penal desde 1938 a 1945, año en que cerró y en el que murieron de hambre y frío, por lo que fueron enterrados en una parcela de Instituciones Penitenciarias.

Esta décima entrega, a la que también asistirán el alcalde de la merindad de Valdivielso, Jokin Garmilla, y representantes de las familias y de la Asociación, además de decenas de invitados, se suma a las ya realizadas por la Asociación desde al año 2010, con un total de 61 identificaciones de presos políticos represaliados por el Franquismo, según informa la Asociación en un comunicado recogido por Europa Press.

LA PRISIÓN DE VALDENOCEDA

La prisión central de Valdenoceda era una antigua fábrica de sedas que abrió como penal a finales de 1938 para recluir a habitantes de la zona apresados durante la represión en Burgos. Desde el final de la Guerra Civil, fueron trasladados al penal presos de toda España, especialmente de las provincias de Ciudad Real, Jaén y Madrid, aunque había también vascos, valencianos, catalanes, extremeños y murcianos.

La dureza de las condiciones de vida debidas a las penosas condiciones del establecimiento, la falta de comida y el frío de la comarca, que puede superar los 15 grados bajo en las noches de invierno, hacen que en el pueblo siempre se haya dicho que allí no se disparó ni un tiro porque simplemente dejaban morir a los presos.

Los propios compañeros de los presos eran los encargados de enterrar uno a uno a sus compañeros en una parcela propiedad de Instituciones Penitenciarias, hasta donde eran escoltados por los vigilantes de la prisión.

En los años 80, sin previo aviso, la Iglesia se hizo con la propiedad de ese solar de Instituciones Penitenciarias y decidió ampliar el cementerio parroquial, de modo que comenzó a enterrar a los habitantes fallecidos en la localidad encima de los restos de los presos, situación que fue el detonante para crear la Asociación, convertida recientemente en Asociación de Familias para tratar de conseguir cuotas y financiar las futuras identificaciones y la posible exhumación.

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