Conesa ha remarcado en rueda de prensa el "carácter local" de este entendimiento con el concejal socialista, Pere Soler, que pasará a tener la sexta tenencia de alcaldía de Empleo y Políticas Comarcales, y ha puesto como ejemplo de esta buena convivencia el Ayuntamiento de Girona y la Diputación de Tarragona.
En este sentido, la alcaldesa ha subrayado que el acuerdo afecta a la cotidianidad local y "no al compromiso del pleno municipal hacia el referéndum de Catalunya", desmarcándose de las políticas autonómicas que pueda tener cada una de las formaciones.
El pacto, que permitirá gobernar con 12 concejales --11 PDeCAT y uno socialista en un plenario de 25 representantes-- tiene tres prioridades: cohesión social y económica, equipamientos y sostenibilidad, y proximidad.
Soler, que tendrá una dedicación especial, ha recordado que hace más de 30 años hubo un gobierno sociovergente en la localidad y que su partido "se ha querido mojar y ser responsable" con esta entrada al gobierno, que ha obligado a reestructurar el cartapacio --ya que hasta ahora el área de Empleo tenía como titular a Esther Salat--, y se ha creado la carpeta de Políticas Comarcales.
MANO TENDIDA A ERC
La administración local tenía un acuerdo de gobernabilidad con ERC, que esta semana anunció su ruptura con el ingreso socialista al gobierno: Conesa ha dicho que no tiene constancia de ello porque los republicanos no se lo han comunicado y ha expuesto su intención de "continuar con la mano tendida".
Ha destacado que este acuerdo con los independentistas no era exclusivo y por eso en la aprobación de los Presupuestos municipales de 2017 se permitió la entrada del PSC y "se seguirá hablando con todo el mundo, porque se les necesitará", en referencia a que continúan en minoría.
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