Santiago recupera la tradición del Samaín con concursos de escaparatismo y actividades para toda la familia

Santiago recupera la tradición del Samaín con concursos de escaparatismo y actividades para toda la familia
Santiago recupera la tradición del Samaín con concursos de escaparatismo y actividades para toda la familia
EUROPA PRESS
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Santiago de Compostela recuperará la fiesta tradicional del Samaín con concursos de escaparatismo en la ciudad y actividades para toda la familia, como charlas y talleres de grabado de calabazas.

Esta fiesta ha sido presentada este viernes en rueda de prensa por los concejales de Educación y Comercio, Manuel Dios y Marta Lois, respectivamente, acompañados por el impulsor de la recuperación de esta celebración ancestral, Rafael López Loureiro.

Así, el parque de Bonaval acogerá el próximo día 29 un magosto al que el ayuntamiento recomienda asistir "de civil" o disfrazado simplemente de fantasma o con la cara emborronada simulando ser "un ánima".

Se trata, según las palabras de Manuel Dios, de no convertir el Samaín "tradicional" en "una feria de disfraces" de Frankenstein o Drácula, al estilo de las fiestas de Halloween que "pervierten" los "valores" de nuestra celebración.

OTRAS ACTIVIDADES

En paralelo, el día 18 habrá una conferencia de Rafael López Loureiro en el edificio Cersia y el día 22 un taller de grabado de calabazas en la Praza do Toural.

Además, el concejal ha dado cuenta de que hasta el 1 de noviembre, cualquier colegio y centro sociocultural de la ciudad puede solicitar la presencia de López Loureiro para impartir un taller.

Por su parte, Marta Lois ha animado a los comercios de la ciudad a presentarse al concurso de escaparatismo vinculado a los motivos y la tradición de Samaín.

Podrán inscribirse hasta el día 25 y entre las condiciones figuran no incorporar elementos que no se consideran propios del Samaín, como zombis, brujas o telarañas.

"HALLO-MAÍN"

Por su parte, el promotor de la recuperación de la fiesta del Samaín ha explicado a los periodistas que puso en marcha su labor cuando descubrió que, a través de su profesora de inglés, su hija comenzaba a participar en las celebraciones de Halloween.

Recordando cómo en su niñez se tallaban las calabazas para, a modo de "modestísimo juguete rural", asustar a los demás, decidió recuperar esa práctica. Fue entonces cuando se encontró con el "cariño" con el que sus coetáneos, y otras personas de más edad de su pueblo, Cedeira (A Coruña), evocaban esa etapa.

Además, ha señalado, cuando se implantó la fiesta en Cedeira "fue de maravilla" y también tuvo "mucha aceptación" en otros municipios. Sin embargo, ha lamentado que se "mezcle" con elementos de la tradición anglosajona, y se convierta en "Hallo-maín".

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