Los vecinos ya están reclamando por la vía contencioso administrativa que se cumpla la orden dictada por la Consejería de Vivienda en 2009 en virtud de la cual el Gobierno andaluz destinaba 24 millones de euros a la rehabilitación integral de estas viviendas que fueron inscritas en el 2006 en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Histórico-Artístico con la oposición de sus propietarios e inquilinos.
Durante la reunión, Márquez les ha mostrado su apoyo y les ha subrayado que desde el Ayuntamiento "hemos presentado ya varias mociones donde hemos instado a la Junta de Andalucía a que de una vez por todas se comprometan de verdad con estas viviendas y le den una solución a sus vecinos, pues la administración autonómica es la que tiene las competencias en exclusiva para su rehabilitación".
En este sentido, ha asegurado que desde el Ayuntamiento "estamos dispuestos a ayudar en lo que sea necesario, pero es la Junta de Andalucía la que tiene que actuar ya y no dejar a su suerte a estos vecinos de Jaén".
Por su parte, el presidente del grupo 1060 de las viviendas Protegidas, Juan José de la Torre, ha lamentado que este barrio "se encuentra abandonado de la mano de Dios y de los políticos".
Así ha subrayado que llevan ya esperando 12 años "a que la administración autonómica se apiade de nosotros". Por este motivo ha visitado al alcalde "para que nos eche una mano, porque la situación de nuestras viviendas es lamentable y la Junta de Andalucía ni come, ni deja, es decir, no hace la rehabilitación de nuestras viviendas a la que ya se comprometió, ni nos las descataloga como BIC para que nosotros podamos arreglarlas".
La situación de estas viviendas ubicadas en pleno centro de la capital jiennense es "alarmante", máxime cuando no han pasado la inspección técnica de edificación y el Ayuntamiento ha llegado a contemplar el desalojo preventivo de 25 familias y el vallado de todo el perímetro de las viviendas que dan a cuatro calles de las más céntricas de Jaén.
Los pisos sufren "patologías estructurales" puesto que hay humedades por capilaridad que están provocando movimientos en el suelo y asentamientos que están afectando a los muros de carga. A esto se suma el deterioro de las techumbres y el riesgo de derrumbes en los balcones.
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