Las autoridades de Países Bajos detuvieron el lunes a un agente del servicio secreto involucrado en las tareas de protección a Wilders. Según los medios locales, el sospechoso tenía acceso a información confidencial y se encargaba de evaluar riesgos.
El primer ministro, Mark Rutte, y el responsable de Justicia, Stef Blok, se han reunido con Wilders para analizar los hechos y han prometido que el Gobierno hará todo lo posible para garantizar que todos los políticos puedan seguir con su labor.
El líder del PVV, sin embargo, ha decidido cancelar los actos públicos hasta que se esclarezcan todos los hechos. Las noticias conocidas hasta ahora, ha advertido en Twitter, son "tremendamente preocupantes".
El jefe de la Policía holandesa, Erik Akerboom, ha asegurado que por el momento no se han encontrado pruebas que confirmen que la seguridad de algún político se ha visto "comprometida". Un periódico local ha informado de que el detenido --de origen marroquí-- entregó información a una red de blanqueo de capitales.
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