Para el juez Manuel Penalva esta actuación revelería indiciariamente una "clara intención" de favorecer la entrada y salida de clientes a estos establecimientos además de dar visibilidad a estos locales.
El testigo afirma que el subdirector general de Cursach fue la "mano ejecutora de los acuerdos políticos de los que emanó la grandeza del grupo empresarial", que era "íntimo amigo" de Gijón, y que uno de los "favores conseguidos" con éste fue la ubicación de las paradas frente a Pachá y Tito's.
En su auto, el juez recuerda que el consistorio del PP - con Carlos Veramendi como regidor de Tráfico y Transporte y Gijón en Seguridad Ciudadana- aprobó en 2006 un decreto para regular las paradas prohibiendo que los clientes pudieran coger un taxi en cualquier parte del Marítimo.
Asimismo, otro testigo ha señalado que el directivo también detenido Bartolomé Sbert fue fichado por sus "buenos contactos" con PSOE y Unió Mallorquina.
En concreto, indica que el contacto de Sbert con Unió Mallorquina era Miquel Nadal y que Sbert hacía campaña en favor de UM diciendo que si les votaba "no les cerrarían Pachá".
Los testimonios también apuntan a la vinculación con el PP y UM por las fiestas de celebración cuando Jaume Matas ganó las elecciones, que se celebró en el VIP de Pachá, mientras que UM la celebró en Abraxas, señalando que ambas fueron una "devolución por los favores realizados". También aluden a una fiesta de UM en Pachá pagada "íntegramente" por el Grupo Cursach.
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