El alcalde de Poyales (Ávila) dice en una carta que es lógica la reacción de los vecinos

Ávila.- El alcalde de Poyales del Hoyo (Ávila), Antonio Cerro, ve "lógica" la reacción de los vecinos que llevó al enfrentamiento con los representantes de las asociaciones de defensa de la Memoria Histórica el pasado domingo por el traslado de los restos de 9 represaliados a una fosa común.

En una carta dirigida a sus vecinos, el regidor señala que el domingo, la reacción del pueblo ante la manifestación fue "de sorpresa", porque "vieron a unos forasteros desconocidos del pueblo en un semicírculo portando una pancarta que decía 'Somos los nietos de los obreros que no pudisteis matar'".

Esto fue "considerado un insulto a una masa del pueblo por parte de unos forasteros, más alguno del pueblo", por lo que, a su juicio, la reacción "fue lógica".

El regidor rechaza que las "discrepancias políticas" hayan propiciado el traslado de los restos de los represaliados y lamenta que esta decisión pueda entenderse como una "ofensa a la víctimas" de la Guerra Civil, ya que no es esa la intención del cambio de ubicación.

El traslado, según Antonio Cerro, "se ha hecho en todo momento con la previa autorización del Ayuntamiento y el consentimiento de los familiares" y aclara que él "no tenía la menor intención" de realizarlo, si bien se hizo "a instancias de familiares de las víctimas", en concreto una familiar que había mostrado su desacuerdo con la inclusión en la tumba donde reposaban los restos de su abuela de los de otros siete represaliados exhumados en 2010 en la Cuesta del Avión, en Poyales.

Esta familiar, según ha relatado el alcalde, pidió el traslado del cuerpo de su abuela a un nicho de su propiedad y "se comunicó a todos los familiares el 30 de julio".

Por ello, enpresencia de familiares representantes de los siete últimos enterrados, de la señora que solicita el traslado a un nicho de su propiedad de los restos de su abuela y de la jueza de paz, así como del alcalde y de Mariano López, miembro del Foro por la Memoria del Tiétar y la Vera, se procedió a la exhumación de los restos y posterior traslado.

"Allí, se retiró la lápida, y es entonces cuando se pudo comprobar el mal estado en el que se encontraba esta fosa", por lo que "hubo que trasladar los restos a la fosa común, en todos los casos previa solicitud de los familiares", ha asegurado el regidor.

El alcalde deja claro que "la fosa común es bastante más distinguida que la tumba de la discordia" y "está en terreno seco y en un lugar preferente, en la misma entrada del cementerio, visible desde fuera".

Tras estos hechos, según el alcalde, se reunió el 6 de julio con miembros de la Asociación de Víctimas de la Guerra Civil en la que le trasladaron la necesidad de que manifestara su "voluntad de reintegrar los cuerpos a la fosa originaria cuando se haya arreglado" y así poder desconvocar la manifestación del domingo, pero tras citarles para firmar la comunicación, estos "no se presentaron" a la hora prevista y él tuvo que marcharse a Madrid.

"El primer teniente de alcalde y los concejales me confirmaron mis sospechas primeras, que las asociaciones habían determinado montar el escándalo y que, con nota o sin nota, habrían buscado algún otro pretexto para no estar de acuerdo", ha afirmado Cerro, quien asegura haber actuado en todo este proceso "con rectitud y legalidad", aunque reconoce no haber "podido evitar lo inevitable", un "boicot" a las fiestas de la localidad.

En este sentido, desde la Corporación se invita a usar "la cordura" y a "recuperar la concordia, trabajando por la unión entre todos y olvidando estas divisiones que tanto nos hacen retroceder y que tanto daño hacen a todos" y concluye el regidor señalando que "los horribles e injustos asesinatos de todos los familiares, de una y otra parte, son una lección que debemos aprender para no caer en el gran error que ellos cometieron".