El bloqueo político vuelve a comprometer el papel del Rey

  • Sin mayorías, el monarca asume la difícil tarea de designar a un candidato para la investidura. 

    Existen discrepancias en si Felipe VI habría de tener esta vez un papel más activo para promover el acuerdo.  

Felipe VI, con Rajoy, en la ronda de consultas de la pasada legislatura.
Felipe VI, con Rajoy, en la ronda de consultas de la pasada legislatura.

Constituidas las Cortes, las cuentas siguen sin cuadrar en cambio para el desbloqueo del Gobierno.

La recién elegida presidenta del Congreso, Ana Pastor, trasladará esta mañana al Rey la lista de dirigentes con representación parlamentaria. El trámite preciso para que el monarca convoque la ronda de consultas con los diferentes líderes.

Desde el 26-J, sólo se ha producido un gesto para la investidura, la anunciada abstención de Ciudadanos en la segunda votación a Rajoy. Insuficiente, no obstante, para que el popular sea elegido presidente del Gobierno de España. La complicada aritmética sigue colocando al PSOE como pieza clave para desatascar ese Ejecutivo: con los diputados de Rivera, el PP se quedaría en 169, a ocho de la mayoría absoluta y en minoría frente al 'no' de PSOE, Podemos y, previsiblemente, todos los nacionalistas.

Las miradas se dirigen ahora al papel que habría de desempeñar Felipe VI en esta ocasión. El debate es irreconciliable entre aquellos que opinan que su función habría de ser más activa-convocando incluso a todos los candidatos a una reunión privada de la que saliese un acuerdo- y los que creen que su equidistancia política debe mantenerse incluso por encima de cualquier urgencia de gobierno.

La Constitución establece que al Rey corresponde “proponer el candidato del Gobierno y, en su caso, nombrarlo, así como poner fin a sus funciones en los términos previstos en la Constitución". Esta propuesta, se expresa también, deberá realizarse “previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos”.Acuerdos cerrados o solo intenciones

Sin embargo, la interpretación de la Carta Magna es lo bastante abierta para generar confusión, más aún en un escenario inédito como el actual. Se debate si el Rey habría de proponer solo como candidato a aquel que le traslade un acuerdo ya cerrado, o a aquel otro que, aún sin tenerlo, considere posible ser investido. Dicho de otra forma, si los líderes habrían de acudir al encuentro en Zarzuela ya con un acuerdo cerrado, o solo con la intención de intentarlo. 

No existen plazos para que el monarca tome una decisión. Es decir, podría esperar a que las negociaciones entre partidos avancen lo suficiente como para que se llegue a algún pacto. Y, en ese caso, designar directamente a un presidenciable.

Muchos coinciden en que no es aceptable que el monarca proponga esta vez a un candidato que se sepa con todas las de perder en una votación en el Congreso, como ocurrió con Pedro Sánchez en la legislatura fallida.El PP sigue manejando el 2 de agosto

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, insistió este martes en que le dejen gobernar. El PP sigue manejando la semana del 2 de agosto como fecha para la investidura. La intención es tener cerrado cuanto antes el Gobierno para echar a andar en dos de las prioridades de agenda: la fijación del techo de déficit y la elaboración y aprobación de los Presupuestos. Los dos asuntos con los que los populares presionan al resto de grupos.¿Y si Rajoy rechaza la investidura?

El hecho de que Rajoy descarte la investidura en caso de no reunir los apoyos necesarios es algo que a día de hoy no se descarta, a tenor de las declaraciones de los populares. La situación volvería a situar al monarca en una situación comprometida. ¿A quién proponer entonces? El siguiente, por sucesión natural, es Pedro Sánchez, que tampoco a día de hoy reúne los apoyos suficientes. De estar dispuesto a intentarlo, el monarca podría verse obligado a proponerlo, para no contradecir los pasos de la anterior legislatura.El PP se fía a una "apertura" de Rivera y PSOE tras verse con el Rey

Así pues, desde el PP se fía a las conversaciones con el Rey una apertura de gestos de los líderes de Ciudadanos y PSOE. De Rivera se espera un 'sí', de los socialistas, una abstención aunque sea por la mínima.

La postura de Sánchez sigue enrocada en el rechazo a investir al candidato popular. No obstante, la presión de ciertos barones, partidarios de dejar gobernar a Rajoy, puede hacer que el líder socialista reconsidere finalmente este rechazo. El “a día de hoy” con el que Sánchez anunció su negativa tras reunirse con el presidente en funciones, la pasada semana, da pie a todo tipo de especulaciones.

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