Puigdemont declarará la república en el balcón de la Generalitat el 3-O si triunfa

3 de octubre de 2017. Carles Puigdemont subiría al balcón del Palau de la Generalitat y ante miles de catalanes presentes en la Plaza de Sant Jaume proclamaría la República catalana. Sería un discurso muy similar al que pronunció Francesc Macià el 14 de abril de 1931. Este es, según explican fuentes cercanas al Govern, el escenario idílico que plantean JxS y la CUP, dos formaciones que este lunes han dado un nuevo paso en el proceso independentista anunciando el inminente registro de la Ley de Transitoriedad Jurídica y Fundacional de la República en el Parlament. El calendario ya está perfectamente definido.

La hoja de ruta se encuentra cerrada entre los parlamentarios de JxS y la CUP. Aunque han tenido algún tira y afloja como el referente a cuándo se debía aprobar la ley de desconexión, el calendario acordado entre ambas formaciones contempla que, siempre que triunfe el 'sí' en el referéndum anunciado para el 1 de octubre, Puigdemont proclamaría la república en las siguientes 48 horas. Para los independentistas, la imagen de Macià desde el balcón del Palau es todo un símbolo que aspiran a repetir en apenas algo más de un mes.

El mismo 2 de octubre, por tanto, se iniciaría lo que los independentistas catalanes llaman el "proceso constituyente", explican las mismas fuentes. Ese mismo día entraría en vigor la Ley de Transitoriedad Jurídica y Fundacional de la República, que sería la norma básica del Estado catalán hasta las elecciones constituyentes. Si, por el contrario, el 'no' se impusiera en la consulta, el presidente de la Generalitat disolvería el Parlament y convocaría elecciones autonómicas de manera inmediata.

En el "proceso constituyente" se contemplan tres fases: la primera consiste en un "proceso participativo", en el cual los ciudadanos catalanes harían llegar sus aportaciones sobre el tipo de república que desearían. Con esas contribuciones ciudadanas se elaboraría una Constitución. En este momento también se aprobarían las otras dos leyes clave para la independencia, la de Hacienda y Seguridad Social propias.

El mismo proceso incluye una segunda fase en la que se convocarían y celebrarían unas elecciones constituyentes, y, por último, todo culminaría en un nuevo referéndum que validaría la Carta Magna catalana. El tiempo calculado por los parlamentarios de JxS entre el referéndum del 1 de octubre y esta segunda consulta sería de unos seis meses. Es decir, el proceso independentista de Cataluña finalizaría en torno a marzo o abril de 2018, siempre según los planes de sus promotores. Una república sin ejército y con un Tribunal Supremo

La Ley de Transitoriedad Jurídica anunciada este lunes por JxS y la CUP ofrece una idea de cómo sería la república catalana a la que aspiran los independentistas. Una de las primeras decisiones sería decretar una amnistía para todos aquellos cargos políticos condenados por los tribunales españoles en procesos relacionados con la independencia de Cataluña. Esto quiere decir que Artur Mas sería amnistiado, así como Francesc Homs, Joana Ortega e Irene Rigau. "No se amnistía la corrupción", han querido dejar claro sus impulsores. Además, el Ejército español dejaría de tener competencias sobre Cataluña.❗Ja pots consultar la Llei de transitorietat jurídica i fundacional de la república aquí 👉🏼 https://t.co/qHJPvSfLpg pic.twitter.com/GjBiJoOhc8— Junts pel Sí (@JuntsPelSi) August 28, 2017

La Ley contempla que el jefe del Estado sería el presidente de la Generalitat y las decisiones del Consejo de Garantías Estatutarias serían vinculantes. El Tribunal Constitucional no tendría jurisdicción y quedaría anulado en Cataluña. La cúspide del sistema judicial sería el Tribunal Supremo se configuraría a partir del actual Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. La nacionalidad catalana se otorgaría de origen a los nacidos en Cataluña. También la tendrían los residentes. Se exigirían cinco años de residencia para poder convertirse en ciudadano catalán. Su adquisición no exigiría renuncia previa a otra nacionalidad. Habría tres lenguas oficiales hasta la aprobación de la Constitución: catalán, castellano y aranés. Otra novedad importante sería la separación de la fiscalía del Ejecutivo. El Fiscal General de Cataluña lo nombraría el Parlament. La Ley de Transitoriedad prevé, además, que en una Cataluña independiente se mantendrían los mismos derechos fundamentales que en la Constitución española y que el Estado catalán se consideraría sucesor del Estado español en lo referente a todos los derechos internacionales. Asimismo, una Cataluña independiente respetaría la normativa de la Unión Europea y asumiría los contratos y convenios firmados por España sobre la comunidad autónoma.Respecto a la aplicación del artículo 155 de la Constitución, en Moncloa siguen sosteniendo que la opción no está descartada. Este mismo lunes el presidente del PP en Cataluña, Xavier García Albiol, ha vuelto a hablar de ella.