México, 12 dic.- La Cámara de Diputados de México ha cumplido ya diecisiete horas ininterrumpidas de sesión para debatir la reforma energética, la más radical en siete décadas y que previamente fue aprobada por el Senado.
Los diputados ya aprobaron el miércoles por la noche el texto en términos generales, por 354 votos a favor, 134 en contra y ninguna abstención, y han ido rechazando por mayoría las impugnaciones particulares a determinados artículos del proyecto presentadas por legisladores de la izquierda.
La sesión comenzó minutos después de las 17.00 hora local del miércoles (23.00 GMT) en un auditorio de la cámara porque el salón de plenos fue tomado por legisladores contrarios a la reforma y todavía seguía hoy a las 10.00 hora local (16.00 GMT).
El pleno de la Cámara de Diputados partió del proyecto aprobado por el Senado, que incluye reformas a tres artículos de la Constitución con el fin de abrir el sector energético a la explotación de la iniciativa privada.
Una vez quede aprobada la reforma en el Parlamento, tiene que ser ratificada por al menos 17 de los 32 poderes legislativos de los estados. Además, aún está pendiente la presentación de las leyes secundarias que precisarán el marco legal de la iniciativa.
El proyecto es defendido principalmente por el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el conservador Partido Acción Nacional (PAN), y encuentra el rechazo unánime de todos los grupos parlamentarios de la izquierda.
"Se ha consumado un gran atraco para la nación" y "se ha incurrido en una gran traición a la patria", dijo hoy el diputado Ricardo Monreal, del izquierdista Movimiento Ciudadano (MC), a la emisora MVS.
Agregó que el modo en que la reforma ha transitado en las dos cámaras ha sido "indigno", por ser "apresurada" la aprobación, sin haber pasado primero por comisiones, sino directamente en el pleno con una "actitud irracional de la mayoría", que integran legisladores del PRI, del PAN y del Partido Verde (PVEM).
Monreal lamentó que la discusión de una reforma que tiene "gran importancia para el país" se haya convertido prácticamente en "un monólogo" en el que no hay debate entre opositores y partidarios de la iniciativa.
En tanto, el diputado Rubén Camarillo, del PAN, uno de los más familiarizados con la agenda energética, subrayó que es una reforma "profundamente nacionalista" al contrario de lo que dicen los grupos izquierdistas que la han tachado de privatizadora.
"Nosotros estamos convencidos desde hace muchísimos años (...) creemos que la reforma es para bien porque va a generar crecimiento económico, y si lo hay, hay inversiones, empleo y superación de la pobreza. Esa es la lógica básica que nosotros hemos planteado en la reforma energética", agregó.
El ingeniero Camarillo rechazó "contundentemente" el argumento de que la del PAN es "una postura entreguista" y dijo que los "verdaderos traidores a la patria" son "los que quieren seguir sacando raja política y seguir medrando con la miseria y la pobreza de este país, porque ese es su mercado electoral".
Consideró que "es una izquierda conservadora, irresponsable y violenta la que promueve" actos como la toma del Congreso cuando las propuestas no les son favorables.
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