Lucha por el voto gay en Chile

  • Lo nunca visto en Chile: homosexuales agarrados de la mano y lesbianas dándose besos en televisión en horario de máxima audiencia; y todo ello presentado por los candidatos presidenciales conservadores y católicos. Bienvenidos al "¿Quién se lleva el voto gay?" en las elecciones chilenas del próximo domingo.
Una pareja reivindica sus derechos en Santiago de Chile
Una pareja reivindica sus derechos en Santiago de Chile
Víctor Ruiz Caballero | Reuters
Pascale Bonnefoy | Global Post para lainformacion.com
Pascale Bonnefoy | Global Post para lainformacion.com

(Santiago, Chile). Si son ciertas las estadísticas que indican que el 10 por ciento de la población chilena es homosexual, hacerse con esos votantes puede ser una cuestión de vida o muerte política.Las elecciones del próximo domingo, 13 de diciembre, no decidirán quién va a ser el próximo presidente de Chile, sino que determinarán quién va a la segunda vuelta que se celebrará en enero.

Tal y como están las cosas ahora, sólo está clara una cosa: el millonario de extrema derecha Sebastián Piñera estará presente en las rondas.Su oponente será o bien el cristiano demócrata Eduardo Frei, de la gobernante coalición de Concertación, o Marco Enríquez-Ominami, que se escindió del grupo a principios de este año para presentarse como candidato independiente.Todos ellos están luchando en estos últimos días para atraer a los votantes y los derechos de los homosexuales y lesbianas se han convertido en un tema central de sus campañas.

Pero la comunidad gay todavía se está preguntando si todo esto forma parte del espectáculo o si en realidad significa un verdadero avance en un país en donde la sodomía entre adultos estaba penada con cárcel hasta hace 10 años.Piñera no fue el primer candidato (de hecho fue el último) en apoyar la regulación por ley de los derechos de las parejas gay en lo referente a herencias, patrimonio, beneficios sanitarios y de la seguridad social.


La sorpresa del candidato conservador Piñera

El candidato sin embargo ha sido objeto de grandes titulares debido precisamente a su procedencia: una coalición conservadora con líderes vinculados al Opus Dei que se ha opuesto por norma a ampliar los derechos reproductivos y sexuales de la mujer, al divorcio y a la educación sexual en las escuelas. Los derechos de los homosexuales ni siquiera eran parte de su vocabulario.

Pero hace un par de semanas empezaron a emitirse en televisión unos anuncios de Piñera mostrando a una pareja de homosexuales agarrados de la mano, con el candidato hablando en su nombre: "Hoy la gente nos acepta", dice. "Ahora falta un país que nos respete".

El cristiano demócrata Frei también apoya a los homosexuales

Las leyes chilenas conceden un espacio televisivo diario gratuito de cinco minutos para cada candidato presidencial en los 30 días previos a las elecciones.En uno de estos espacios, Frei ha mostrado a una pareja de lesbianas besándose y diciendo "Nos merecemos los mismos derechos que todos". Días después, empezó a incluir imágenes de un travesti barriendo la peluquería en donde trabaja y reclamando "Integración y más comprensión".

Enríquez-Ominami y el candidato de izquierdas Jorge Arrate no han hecho nada inusual al defender públicamente los derechos de los homosexuales, porque es un tema que siempre ha formado parte de sus agendas. Como congresista, Enríquez-Ominami presentó el año pasado una propuesta de ley para regular el matrimonio homosexual.

Hito histórico controvertido

El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (MOVILH) ha calificado los anuncios televisivos de hito histórico en las elecciones presidenciales chilenas. "Es positivo, el que los candidatos pongan las demandas históricas del movimiento homosexual en la agenda. Pero esto no sucede porque sí. Es el resultado de muchos años de trabajo por nuestra parte, de presión a los políticos y de concienciación a la opinión pública sobre nuestros derechos", afirma Rolando Jiménez, presidente del MOVILH.

Sin embargo no todo el mundo apoya este espíritu integrador.Para la indignada iglesia Católica los anuncios han ido demasiado lejos. "Debido al interés que tienen los candidatos en atraer a los votantes, presentan muchas realidades diferentes, pero hay límites a esto", ha advertido el presidente de la Conferencia Episcopal chilena, monseñor Alejandro Goic.

A su vez, la alianza de dos partidos que representa Piñera está profundamente dividida en torno a si este asunto debe de formar parte de su campaña. Algunos de los líderes más conservadores están abiertamente enfadados por no haber sido consultados antes de emitir los anuncios.

Compromiso real en duda

En cualquier caso, muchas personas confían poco en la veracidad del repentino interés de los candidatos en los derechos de los homosexuales. La comunidad gay espera resultados concretos y por el momento hay muy poco que mostrar.

Una ley en estudio ampliaría los beneficios que actualmente perciben las parejas casadas a las parejas de hecho del mismo sexo o de sexos distintos. Todavía está en las comisiones parlamentarias, y su aprobación ha sido retrasada debido a las objeciones presentadas por los diputados de extrema derecha de la coalición política de Piñera.

Otra ley que establecería medidas contra la discriminación y aprobada en 2006 está paralizada en el Senado porque el UDI (aliado de Piñera) se niega a que las minorías sexuales se beneficien de la norma. Las plataformas actuales de los candidatos tampoco van mucho más allá.El programa electoral de Piñera tan sólo hace una vaga referencia a "fortalecer y extender los derechos de las personas… incluyendo aspectos no cubiertos institucionalmente en la actualidad, asegurando una sociedad más plural e integrada".

Enríquez-Ominami, que defendió una ley sobre el matrimonio homosexual en 2008, no ha incluido esta propuesta en su nuevo programa, y tan solo expresa su apoyo a las uniones civiles.

MOVIHL ha avanzado más con Frei, con quien se reunió en junio. En ese encuentro el candidato presidencial se refirió por primera vez a las uniones civiles de homosexuales como un asunto de "derechos humanos" y no sólo "moral", tal y como se percibe habitualmente en Chile. No obstante, el programa de Frei no hace referencia alguna a esos derechos.

"El año que viene, el Congreso deberá votar sobre la no discriminación y las uniones civiles", dice Jiménez, presidente de MOVILH. "Los candidatos y sus partidos tendrán dos oportunidades para demostrar que realmente piensan lo que dicen".

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